Cuando Christina DePino tenía 35 semanas de su primer embarazo, comenzó con problemas para dormir. No se trata de la constante necesidad de orinar, que le pasa a algunas embarazadas, o simples dolores, sino que en su caso la invadía una picazón que no paraba.

Pese a que se mudó a un ambiente un poco más seco, lo que podría haber influido en su piel, esta mamá primeriza sabía que sus síntomas no parecían del todo normal.

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“La comezón era tan severa que me despertaba y no podía volver a la cama. Mis piernas y brazos tenían costras y sangraban por la incontrolable necesidad que tenía de rascarme“, dijo DePino a CBS News, agregando que llegó a un punto en que no podía dormir nada en toda la noche.

En un momento de desesperación, la joven de 28 años decidió compartir en Facebook una publicación para quejarse de sus síntomas, y ver si alguno de los amigos que tenía en esa red social podría tener alguna idea de lo que estaba pasando, y para su suerte, lo consiguió: Un par de amigos comentaron en su post sugiriendo que podría tener una enfermedad muy poco común pero bastante grave llamada Colestasis del embarazo, por lo que rápidamente agendó una hora con su médico de cabecera.

Según la Clínica Mayo, de Minnesota, Estados Unidos, la colestasis es un término que identifica a cualquier condición que afecte el flujo de la bilis del hígado. Por lo tanto, la colestasis del embarazo, específicamente, ocurre cuando este flujo se deteriora en la última etapa del embarazo. Aparte del principal síntoma, que es la picazón extrema, la colestasis no tiene efectos graves sobre la salud de la madre, sin embargo, puede tener efectos devastadores en el bebé, incluido un mayor riesgo de parto prematuro o incluso su muerte. Por lo mismo, una vez que DePino tuvo el diagnóstico médico, programó un parto inducido a sus 37 semanas.

Afortunadamente, la joven madre dio a luz a una niña saludable, Lexa Rae, el pasado 28 de marzo, no obstante, fue tal el susto que vivió que Christina no podía dejar de preguntarse qué habría ocurrido si no hubiera sido diagnosticada a tiempo con colestasis.

“Tan pronto como sostuve a mi hermosa niña en mis brazos, todo lo que podía pensar era, ‘¿Qué hubiese pasado si…?’, señaló al portal Today. “¿Qué pasaría si no me hubiera quejado en Facebook y si nadie me hubiera advertido?”

Como una forma de advertir a otros sobre su experiencia, DePino compartió otra publicación en Facebook y así aconsejar a otras mujeres embarazadas que experimenten picazón, a visitar a sus médicos. Da la relevancia de su mensaje, su historia rápidamente se volvió viral y ha sido compartida más de 27 mil veces y ha superado los 4 mil comentarios.

“Me gustaría instar a las mujeres embarazadas que están sufriendo de picazón severa a preocuparse por ellas mismas. Reconozcan los signos y síntomas y luego pónganse en contacto con su médico. No ignoren la picazón, un simple examen de sangre podría salvar la vida de tu bebé“, afirmó.