Como padres, son varias las rutinas que se siguen para cuidar a los más pequeños del hogar, y pese al dramático momento por el que está atravesando una madre, ese instinto permanece aún presente.

Sarah Walton es una madre que acaba de perder a su hija de cuatro años, Ellie, debido a un cáncer de cerebro. La pequeña fue cremada y sus cenizas fueron dispuestas temporalmente en una caja a la espera de una urna definitiva. Así, su familia necesitaba llevarla a casa para esperar y como si fuera cualquier otro día, Sarah puso la caja en la silla para bebés, en la parte trasera del auto y abrochó su cinturón.

Lee también: Niña de 8 años escribe desgarradora carta pidiendo columpios para su hermano discapacitado

Posteriormente la mujer compartió una foto del momento en Facebook y habló sobre el dolor que sentía por haber perdido a su hija.

Llevarte a casa el otro día, estaba asustada, aunque te tocaba para sentirme normal“, escribió en una página de Facebook de Ellie. “Pero nada de esto es normal, nada de esto es correcto. Deberías estar aquí“.

Walton convirtió la urna temporal de Ellie, que era una caja blanca, en un mini monumento cubierto con un lazo rosa y azul, una foto y su nombre. La caja alcanzaba perfectamente en el asiento de Ellie. Al lado de ella, su madre dejó unas pequeñas gafas moradas que de seguro habría usado.

Ellie fue diagnosticada con un tumor cerebral cuando tenía apenas cuatro meses, por lo que las quimioterapias, visitas al hospital y el dolor, fueron variables constantes en su corta vida, sin embargo, pese a que la vida de la pequeña pudo haber estado condicionada por este cáncer, eso no fue precisamente lo que la definió. “Quiero tu risa y tu alegre corazón de regreso. Estaré eternamente agradecida de haber sido tu mamá“, escribió Walton.

El dolor de esta madre es inconmensurable, pero sus valientes palabras dan cuenta de lo que significa perder a un hijo. “La muerte es egoísta, mi pequeña. Sé que estás en un lugar mejor, sin embargo, no existe un lugar mejor que mis brazos; Sé que estás feliz y libre de dolor, sin embargo, te quiero aquí“, se lee en su mensaje.

Han pasado cerca de dos meses del fallecimiento de Ellie y aunque un futuro sin su hija parece muy doloroso, esta madre está aprendiendo una valiente lección que transformará en una noble misión. “Esto cambiará, cariño. Trabajaré en un cambio. Voy a luchar por esos para que ninguna otra madre tenga que abrochar las cenizas de su bebé“, finalizó.