Este martes se conoció la noticia de que por fin el Gobierno había autorizado la llegada del Supertanker, un boeing 747-400 que viajaría desde Colorado, Estados Unidos, para apoyar el combate contra los incendios forestales de la zona centro sur de Chile.

La encargada de hacer esto realidad es Lucy Avilés Hernández, una chilena de 41 años que reside hace ya varios años en Estados Unidos, y que está casada con Benjamín Walton, arquitecto norteamericano y nieto de Sam Walton, el fundador de la cadena de supermercados Walmart.

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Psicóloga de profesión, Lucy nació en Santiago pero la mayoría de sus veranos en la Región del Maule, específicamente en Iloca, junto a su familia. Y es que allí tiene historia, pues su bisabuelo trabajó allí como médico, hace 120 años, y asegura que era muy querido por el pueblo. “Él era doctor y junto a su hijo atendían por vocación. Cuando yo iba al pueblo, los lugareños me hablaban de la generosidad y la entrega de ellos“, señala a LUN.

Desde ahí viene su interés por las necesidades de los demás, algo que también se lo recalcaron sus padres, motivándola siempre a ‘mirar hacia el lado’ para ver lo que está pasando y cómo podía aportar y aprender de su entorno. “Recuerdo cuando niña acompañar a mi mamá a Meiggs y a Patronato a comprar cantidad de regalos y nosotros con mi hermano teníamos que envolverlos. Luego, los repartíamos en poblaciones y hospitales. Así fui creciendo con el sentido de entregar por entregar“, indica.

La chilena conoció a Benjamin alrededor del 2001, cuando él vino a Chile con su primo a practicar heliskiing y ella andaba con una amiga. Cuando se lo presentaron no le gustó mucho, pues lo encontró ‘latero’, sin embargo, al verlo al día siguiente, con luz de día, la ‘flechó’. “Me gustaron sus ojos brillantes y su sonrisa enorme”, revela.

Lucy y Benjamin | Facebook
Lucy y Benjamin | Facebook

No supo hasta tres meses después que el arquitecto era familiar de los Walton, no obstante, fueron los valores y las ganas de querer ayudar al próximo lo que marcó una fuerte conexión entre ambos, dice Lucy.

El matrimonio vive en Denver, Colorado, pero ella siempre está pendiente de lo que ocurre en Chile, por eso cuando supo de la tragedia que azota la zona centro sur de nuestro país, no lo pensó dos veces y decidió hacer algo.

El sábado contactó a la Conaf para preguntar cómo podía ayudar pero nadie le dio una respuesta concreta. Es por eso que se comunicó con un amigo chileno que trabaja en aeronáutica, quien le recomendó comunicarse con la empresa Global Supertanker, la misma que arrienda los boeing 747-400.

Lucy Ana Aviles | Facebook
Lucy Ana Aviles | Facebook

Estaban listos para partir el lunes. Yo pensé que no me iban a poner trabas, que iban a autorizar el vuelo y que nos iban a guiar. No fue así. La Onemi decía que el avión no servía por la geografía, pero este avión es único y cuenta con la última tecnología de punta. En noviembre estuvo combatiendo 600 incendios en Israel, otros en Australia y México”, aclara.

La solidaria chilena espera que ahora que autorizaron la llegada del avión, las autoridades sepan dar buenas direcciones a los 12 tripulanes que viajaron y llegaron la madrugada de este miércoles, para que trabajen en colaboración con la Onemi, Conaf y Bomberos.

Cabe señalar que la donación de la pareja, a través de su fundación Viento Sur, donó 2 millones de dólares para trasladar el Supertanker a nuestro país y costear su funcionamiento por 5 a 6 días de trabajo. “Nuestro compromiso es, incluso, pagar la bencina, el agua, y el uso por las pistas de aterrizaje del aeropuerto (…) Es una herramienta más para ayudar, que se suma a los recursos que ya están en Chile. Aquí no se trata de competir sino de colaboración y coordinación“, recalca Avilés.

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