La felicidad de ser madre se derrumbó para Sarah Davies (28) de Newport, Wales, Reino Unido, cuando los doctores le diagnosticaron una condición extraña a su bebé. Una enfermedad que finalmente terminó con la vida de la pequeña, quien nació muerta después de 21 semanas de gestación.

Y es que la bebé sufrió del Síndrome de Edwards, el cual es un trastorno genético donde se tiene una tercera copia del material del cromosoma 18, en lugar de las 2 copias normales. Una de sus principales causas es cuando hay material extra del cromosoma 18 y esto afecta el desarrollo normal, de acuerdo a la información entregada por MedlinePlus.

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Para la pareja la noticia fue bastante fuerte, ya que ellos habían ido al hospital para realizarse un examen de rutina, sin embargo, todo terminó siendo una pesadilla. Ella lo describe como uno de los peores episodios de su vida, pero que de alguna forma la ayudó a abrir su mente.

Tras la tragedia, Sarah Davies decidió hacer algo bueno con su dolor, por lo que creó una fundación para recaudar dinero y ayudar a otras personas que sufren de ese síndrome.

Descubrir que nuestra hija tenía algo que uno ni siquiera sabe que existe, es terrible. Fue muy difícil hacerle entender a mi cabeza que la niña que supuestamente traería a la vida, no está más“, confesó a The Sun.

A esto agregó que aunque sabe que la fundación jamás le quitará el dolor que siente, al menos lo puede calmar un poco ayudando a otras personas que lo necesitan.

Cabe señalar, que ya han recaudado más de 5 mil libras esterlinas, lo que sería unos 4 millones de pesos chilenos. Además, el dinero también ayudará a mujeres embarazadas que quieran optar por un tratamiento prenatal no invasivo.