Una mujer de 24 años que ha gastado más de 23 millones de pesos en cirugías plásticas ha señalado que no abandonará el quirófano hasta lucir ‘perfecta’.
Chloe Munnings, oriunda de Norfolk, Inglaterra, se ha realizado dos implantes de silicona, una rinoplastía, relleno de labios y mejillas, y botox en diversas partes de su rostro, sin embargo, aún no está contenta con cómo luce.
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La joven que se dedica a modelar frente una webcam, sufrió por varios años de bullying en su colegio y solo comenzó a sentir mayor confianza en sí misma luego que perdiera cerca de 30 kilos. Y es que su delgada figura rápidamente comenzó a recibir elogios a través de las redes sociales y eso la ayudó a ganar miles de fanáticos.
“Al crecer, fui intimidada por mi sobrepeso y me sentía muy fea. Cuando adelgacé, asumí que todas mis inseguridades se irían, pero en vez de eso, comencé a llamar más la atención por mi apariencia, lo que me volvió más paranoica que nunca. Fue entonces cuando empezó mi obsesión por la cirugía plástica y la superación personal“, indicó la joven al medio The Sun.

Chloe reconoció que ha sido un proceso difícil, y a pesar de que perder peso y la cirugía plástica han mejorado su vida, al mismo tiempo le han provocado nuevas ansiedades y ha recibido un montón de críticas de parte de otras mujeres.
Pese a que ya ha gastado cerca de 27 mil libras esterlinas, es decir, unos 23 millones de pesos chilenos, en procedimientos cosméticos, financiados gracias a su trabajo como modelo y, en parte, gracias a su ex-novio, Munnings planea someterse a más cirugías.

Desea un aumento de busto y un modelamiento de trasero a través de una ‘transferencia’ de grasa. En noviembre espera viajar a Irán para una nueva rinoplastía para lucir como una muñeca.
“Siempre me provoca ruido someterme a una nueva cirugía plástica, pero una vez que eso se va, deseo más y comienzo a pensar en el siguiente procedimiento. Tengo mi idea de la perfección y lo voy a lograr sin importar lo que digan“, reconoció.

Antes de perder peso, Chloe pesaba cerca de 92 kilos, y su autoestima estaba por el suelo tras ser el objeto de burlas de los y las ‘abusadores’ de su escuela. “Al crecer me sentía gorda, fea y poco atractiva. Siempre me hicieron bullying por mi peso y mi apariencia. Decidí que ya no podía seguir siendo así de miserable y comencé una dieta. Dentro de un año perdí 25 kilos. Me gustaba mi apariencia y comencé a recibir más atención de parte de los hombres, pero precisamente esa atención me volvió más consciente de mí misma y me obsesioné con la idea de mejorar mi apariencia”, indicó.
A los 21 años la joven se sometió a su primera cirugía, un aumento del busto en Bélgica. Luego vino otro aumento de busto y una rinoplastía. Al mismo tiempo comenzó a inyectarse botox en los labios y mejillas y se puso carillas en sus dientes.
Para mantener su look, Chloe se somete regularmente a diversos tratamientos de belleza y ocupa un corsé modelador entre cinco y seis veces por semana.

Pese a que consiguió mayor atención masculina, lo que considera como algo positivo, también ha captado atención negativa, principalmente de mujeres, quienes la critican por sus cirugías. “Es una situación agridulce“, afirmó.
Aún así, no se detendrá con su sueño. “Tengo una idea muy específica sobre la perfección ahora y esa es tener grande senos, grandes labios, una pequeña nariz y una diminuta cintura“, remató.



