Era una niña de 12 años, como cualquier otra, jugando en la calle cuando su vida cambió para siempre tras ser secuestrada. Era el 2 de julio del 2006, cuando una conversación con una señora se transformó en su pasaje a un verdadero infierno.

Esa niña, que hoy tiene 22 años, y que no puede ser nombrada por motivos legales, en 10 años fue vendida 9 veces en el mercado de trata de personas en India, abusada, golpeada, maltratada y transformada en una esclava sexual, víctima de violaciones grupales, repetidas y violentas.

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Finalmente, después de una década de sufrimiento, se pudo reunir con su familia, después de recibir ayuda de una chica que conoció por casualidad. Pudo llegar a Nueva Delhi y al recordar la ubicación de la casa de su hermana, pudo abrazar a su a su madre, a su padre y a sus hermanos.

“Perdí mi infancia. Tenía apenas 12 años cuando me secuestraron afuera de mi casa y en el momento en que vi a mi familia luego de regresar me di cuenta de lo mucho que los extrañaba. Estoy muy feliz de estar en casa, pero aún sufro por la vida que perdí”, expresó.

Su madre, quedó devastada una década atrás, cuando su hija le dijo que iba donde su hermana mayor, pero nunca regresó.

Había sido secuestrada por la mujer que le habló y otro tipo que bajó de un auto blanco. Sus recuerdos aún están frescos y aún duelen. Pero el secuestro es sólo el inicio de una oscura y dolorosa historia de abusos.

Tras el secuestro sólo recuerda haber despertado a bordo de una camioneta con un hombre mayor, un granjero, que se transformó en su primer ‘dueño’.

Con apenas 12 años era obligada a trabajar en el campo y cargar pesados sacos durante el día y durante la noche era una esclava sexual, consignó Mirror.

“Me violaban sin parar cada noche, repetidamente. Muchos hombres tomaban turnos para violarme y si me resistía me daban una paliza. Algunos incluso me violaban sosteniendo un cuchillo en mi garganta. Vivía encerrada en una habitación oscura y sólo me daban una comida al día”, confesó la mujer, que a pesar de que perdió la noción del tiempo recuerda haber sido vendida cerca de un año después a otro granjero y así 8 veces más.

Cuando tenía 15 la obligaron a casarse con un camionero alcohólico y drogadicto de 50 años. Tuvo dos hijos con él, pero cuando el sujeto murió, sus suegros y cuñados volvieron a someterla a la esclavitud.

“Mis suegros luego comenzaron a torturarme. Solían golpearme y mi cuñado y sus amigos me violaron en múltiples ocasiones. Mi cuñada se llevó a mis hijos sin permiso y luego de algunos años me tiraron a la calle como basura”, recuerda.

Finalmente era libre, pero sin dinero debió vivir en las calles durante años, ya que no sabía cómo regresar a su casa.

Consiguió un par de empleos limpiando, pero finalmente accedió a trabajar para un hombre, que, sin embargo, volvió a venderla, ahora al dueño de un bar, que la obligó a ser bailarina erótica.

Sin embargo, esa fue su salvación, ya que ahí conoció a la chica que la ayudó a volver a su hogar.

Hoy reunida con sus padres y sus 9 hermanos, intenta empezar una nueva vida, consciente de que no tiene mucho más que perder.

“Perdí mi motivación por la vida. La gente que me secuestró debería ser colgada. Mi vida se acabó. Estos grupos toman tantas niñas y no quiero que ningún pequeño pierda su infancia como yo. No quiero que haya más víctimas como yo. Lucharé por justicia. Ya no tengo nada que perder”, señala la mujer que además tiene otro anhelo.

“Quiero recuperar a mis hijos y que vivan conmigo y con mi familia. No puedo imaginar la vida que están viviendo con esos tipos en este momento. No los he visto por más de 2 años y no quiero que sufran como lo hice yo. Ellos son mi único futuro ahora. Espero que la policía me ayude”, afirma la vulnerada chica de 22 años que buscará rearmar su puzzle tras 10 años en un mundo de violencia.