Rachel Murphy de Stalybridge, Manchester, Inglaterra sufría de epilepsia, la que es provocada por un desequilibrio en la actividad eléctrica de las neuronas de algunas zonas del cerebro. Pero eso no es todo, pues además, tenía escoliosis y artritis espondilitis anquilosante, lo que es un tipo de artritis que afecta a la espina dorsal o espalda.

En el año 2013 fue diagnosticada con la enfermedad y desde ese momento comenzó a medicarse para calmar los síntomas de dicha condición. Los dolores eran insoportables para ella, por ello su padre, al ver el sufrimiento de su hija, decidió darle más morfina de lo recetada por los doctores. El resultado fue fatal, ya que esa decisión terminó por matarla.

Lee también: Madre de niña autista pide ayuda en Facebook para conseguir polera: la respuesta fue total

The Sun
The Sun

Yo no estoy ocultando nada, he admitido mi error, pero a la vista de mis ojos yo estaba ayudando a mi hija. Fue una noche que realmente lo estaba pasando mal y se golpeaba fuertemente a sí misma. Sé que quizás no lo debí haber hecho, pero ya lo hice“, dijo el padre de Rachel, de 55 años, al medio inglés The Sun.

Luego de que la adolescente fuera encontrada sin vida en su cama por su madre, su cuerpo se sometió a una serie de exámenes de sangre para revelar la causa de su fallecimiento. Estos revelaron que murió a causa de una toxicidad de morfina, pues los niveles de este calmante en su sistema eran alarmantes, siendo letales.

Según el medio británico, los expertos creen que ella tomó 15 tabletas de esta droga 48 horas antes de que perdiera la vida. El padre admitió su error ante los policías después de que fueran interrogados por los oficiales. El señor Murphy contó que comenzó a darle tramadol, pero luego lo cambió por morfina porque estaba prescrito por su doctor.

Cabe señalar, que ambos padres admitieron a los policías el mal uso de medicamentos en su hija, según ellos para ayudar. Sin embargo, aún no se sabe qué dictará la justicia ante esta situación, pues la audiencia aún continúa.