La exmodelo de 19 años, Kayley Chabot, culpó a la industria de la moda por un grave desorden alimentario que la llevó a abusar del alcohol y las drogas.
En un intento de advertir a los demás sobre posibles riesgos a la hora de involucrarse en la industria de la moda, Chabot hizo un repaso de sus días como top model para casas de moda como Alexander Wang, Calvin Klein y Valentino.
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Kayley comenzó a modelar cuando tenía apenas 13 años y a los 15 firmó para la prestigiosa agencia Ford Models de Nueva York, Estados Unidos, y reconoce que estaba demasiado feliz de haber podido llegar a esa firma. No obstante, en su primer casting, le dijeron que tenía las caderas “demasiado anchas” y que necesitaba perder peso.
“Mis caderas medían 95 centímetros y ellos querían que midieran menos. Básicamente me dijeron que debía perder peso y que era mi trabajo mantenerme delgada. Era tan joven que me lo tomé a pecho. Los oí llamarme gorda y de inmediato dejé de comer“, relató al medio inglés Metro.co.uk.
En un intento desesperado por perseguir su sueño, Kayley recurrió a peligrosos métodos para bajar de peso como el uso de laxantes, exceso de ejercicio y vomitar. Todo para mantenerse delgada. De hecho, consumía menos de 500 calorías al día y trabajaba cinco horas por día.
“Mi cabello comenzó a caer y me pesaba todo el tiempo. No podía aguantar toda la jornada en el colegio y llamaba a mi madre para que me retirara porque me sentía muy débil o porque había tomado muchos laxantes“, detalló.
Consumida por la idea de adelgazar para conseguir más trabajo, la modelo aseguró que incluso tenía miedo de beber agua, pero aún así nadie le dijo que parara. “Ellos pensaron que eso era un simple sacrificio para convertirme en una exitosa modelo“, agregó.
“Tenía solo 15 y me estaba muriendo”
Esta presión significó que Kayley terminara con depresión y pensamientos suicidas, por lo que tuvo que ser hospitalizada. Pero pese a que un psiquiatra le dijo que renunciara al modelaje y no volviera a Nueva York, la joven fingió su recuperación y regresó igual. “Hice como que estaba comiendo pero realmente vomitaba todo el tiempo y así me fui enredando en un espiral“, comentó.
Chabot contó también que una vez en su agencia le pusieron un bikini y ella estaba asustada porque pensaba que estaba gorda, sin embargo, todos se acercaron y le dijeron lo delgada que estaba y lo bien que lucía. “En ese tiempo me veía muy, muy enferma pero ellos estaban ahí diciéndome que me veía bien“, detalló.
Con el tiempo, su depresión la condujo al consumo excesivo de drogas y alcohol, pues salía de fiesta todo el tiempo debido a lo “miserable” que se sentía. El beber se hizo constante y el uso de drogas se volvió más frecuente y comenzó a probar drogas más fuertes, y así fue perdiendo apetito, lo que empujó aún más su trastorno alimentario.
En 2014, luego de su último desfile en Paris, Kayley renunció al modelaje a los 17 años, y entró en rehabilitación. “Ha sido lo más difícil que he hecho en mi vida“, indicó.
Actualmente, la exmodelo está recuperada y ha estado enseñando a niños de Bali sobre nutrición, cambiando su “obsesión poco saludable” a una “obsesión saludable”.
Además, dirige una cuenta de Instagram de alimentos de origen vegetal y el canal de YouTube Kaleeats, donde habla sobre desórdenes alimentarios, recuperación y hábitos saludables.
A pesar de su experiencia, Kayley quiso dejar en claro que el modelaje en sí mismo no es “el diablo”, pues lo que tiene que cambiar es que no deberían reclutar a niñas. De hecho, cree que si ella hubiese sido mayor quizá hubiese lidiado mejor con tal experiencia.
“Tenía solo 13 años cuando comencé en la industria y creía todo lo que la gente me decía. Nos olvidamos que es un negocio y no todos tienen los mejores intereses en su mente en lugar de sus billeteras“, remató.
