Una joven de 28 años está probando que su bolsa de ileostomía no es algo de lo que deba avergonzarse y por eso decidió bautizarla con el nombre de “Steve”. Asimismo, compartió fotos de su decisión en Facebook.
Lisa Carvell fue diagnosticada con la enfermedad de Crohn, mal que se manifiesta con la inflamación de diversas zonas del intestino, en 2010, sin embargo, la primera vez que se sintió enferma fue en 2008.
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Después de haber sufrido de reflujo ácido severo, lo que quiere decir que su garganta se quemaba cada vez que ella comía, la joven buscó ayuda médica y comenzó a tomar tabletas para calmar el dolor.
No obstante, también tenía calambres abdominales que se repitieron durante dos años, periodo en que pasó la mayor parte del tiempo yendo y viniendo del hospital. Desafortunadamente, los doctores no tenían idea de lo que estaba mal con Lisa y no pudieron ayudarla.
Con el tiempo, las cosas se pusieron tan mal que apenas podía caminar, consignó el medio inglés Metro.co.uk.
“Estaba agonizando. Fui a mi médico de cabecera y me desplomé mientras estaba en cirugía“, recordó Lisa. “Él me recibió en el hospital Miltone Keynes University, en Eaglestone, esa noche y allí me quedé durante una semana“, agregó.
Mientras estaba en el hospital, Lisa se sometió a una ecografía y a una colonoscopía, exámenes que mostraron una inflamación en todo su intestino grueso y fue diagnosticada con la enfermedad de Crohn.
“Cuando ellos me lo comentaron, me sentí aliviada de cierta manera, ya que había una respuesta exacta a lo que tenía. Sin embargo, al mismo tiempo, estaba en estado de shock, pensando en lo serio que era tener esa enfermedad y en que era incurable“, confesó.
Lisa reconoció que en ese entonces no sabía mucho de la enfermedad, por lo que le llevaron a una enfermera y ella le explicó. “Quería llorar pero ni siquiera podía. Fue una sensación extraña“, agregó.
En un comienzo la joven recibió remedios que la ayudaron a calmar sus síntomas y mantenerlos bajo control, lo que funcionó por los siguientes cuatro años, permitiéndole llevar una vida normal. No obstante, llegó un momento en que los medicamentos dejaron de hacer efecto. Lo siguiente fue realizar otro colonoscopía y así se pudo ver que los síntomas habían empeorado, por lo que los doctores decidiendo que Lisa necesitaba cirugía.
Lisa fue sometida a una hemicolectomía derecha, un procedimiento que consiste en remover para del intestino delgado que se había encogido y que estaba causando dificultades en el tracto de la comida y que por ende, producía calambres.
Además, se le hizo una colectomía sigmoide, donde los cirujanos remueven parte del intestino grueso, que se estaba fusionando con el delgado, al igual que una bolsa de ileostomía, lo que claramente fue muy difícil de aceptar por parte de Lisa.
“Le lloré a la enfermera cerca de una hora, preguntándome cómo se supone que iba a lidiar con esto. Me tomó mucho acostumbrarme, pero sabía que podía lidiar con ello debido a que no tenía otra forma de mantenerme viva“, reflexionó con el tiempo.
Afortunadamente para Lisa, ella obtuvo un gran apoyo. Mientras al principio se sentía “horrible” debido a la bolsa, el amor y la confianza de su novio, Aaron Watson de 27 años, la ayudó a enfrentar los más difíciles escenarios.
“Él me dijo que me amaba antes de esto y que seguía amándome ahora, y me convenció de que soy la misma persona. Estaba muy paranoica sobre la cicatriz de mi estómago y pensé que Aaron querría estar con alguien más que no tuviera una cicatriz gigante o una bolsa de ileostomía, pero me señaló que no se iría a ningún lado“, comentó.
Tan bien ha enfrentado esta nueva etapa en su vida, que su bolsa ha sido la mejor terapia, puesto que al hacerla sentir para de su vida, llegó a bautizarla con el nombre de Steve y decidió compartir una foto de ella en Facebook, durante la Navidad de 2014.
“En Navidad decidí dibujarle un festivo sombrero y una sonrisa en mi bolsa de ileostomía. Compartí la foto en Facebook y escribí ‘Feliz Navidad Steve’“.
Desde entonces, el apodo de su bolsa se convirtió en una manera de aceptar su enfermedad, e incluso amigos y familiares ahora se refieren a “Steve” como un fiel compañero de Lisa.
A partir de esta creativa idea, Lisa busca que otras personas se inspiren y aprendan a lidiar con este mal de la manera más amable que encuentren, y para ella fue convertir su bolsa en un “gran amigo”.
