Sadie y Gary Brittle estaban devastados y con el alma y el corazón destrozados luego de enterarse que habían perdido a su bebé producto de un embarazo ectópico, donde la implantación del huevo fecundado no se produce en el útero propiamente tal.

El dolor era profundo y sincero tras perder el embarazo tras 8 semanas, a pesar de estar acompañados por su hija Summer de 4 años. Sin embargo, un par de meses más tarde, en un viaje a España, la madre de 32 años, comenzó a sentir extraños síntomas.

Su vientre crecía y sentía náuseas. Pensó que era por las hormonas que aún permanecían en su cuerpo tras la pérdida, pero prefirió ir a ver a su ginecólogo cuando volvió de sus vacaciones.

Lee también: Bloguera quedó horrorizada al descubrir foto de su embarazo en sitio pornográfico

¿Qué es el embarazo ectópico?

De acuerdo a la revista cubana de obstetricia y ginecología este tipo de embarazo es aquel donde el blastocito, la célula embrionaria aún no identificada, se implanta fuera de su lugar normal, que es regularmente el endometrio, sino que en otras estructuras.

En otros palabras y según definición del Ministerio de salud, este tipo de embarazo es aquel donde “la implantación del huevo fecundado se produce en cualquier parte de la cavidadpelviana o abdominal que no sea la cavidad uterina”.

El embarazo ectópico tiene una incidencia muy variable, de aproximadamente un 1.8% a 2% de todos los embarazos o bien 100 a 175 por 100.000 mujeres, entre 15 a 44 años, y sus causas más importantes son el daño estructural de la trompa a nivel de mucosa, membrana basal y a veces, muscular, producido por un proceso inflamatorio cuya causa es infecciosa, especialmente enfermedades de transmisión sexual como Clamidia y/o Gonococo.

Cuando los doctores la revisaron, le confirmaron lo impensable, Sadie seguía embarazada.

Incrédulos ella y su marido Gary, de 35 años, se llenaron de preguntas, consultando al médico cómo era eso posible y la respuesta que les dieron fue aún más impresionante.

Los doctores descubrieron un segundo y diminuto embrión desarrollándose con normalidad en su útero, como un pequeño gemelo del hijo que habían perdido, dándose cuenta que ella tenía un muy poco común embarazo heterotópico, un tipo de gestación que afecta a una de cada 30 mil mujeres y que es más frecuente en casos de fertilización in vitro, lo que hace la situación de Sadie aún más excepcional, consignó Daily Mail.

“Es una gran mezcla de emociones, habíamos pasado por la dolorosa pérdida de nuestro bebé y de pronto que te digan que tienes otro bebé ahí, me dan ganas de comprar la lotería todos los días”.

“Nuestra hija Summer debe haber sabido algo que nosotros no, porque cuando fuimos de vacaciones a España, donde empecé a sentirme mal, y entramos a una tienda ella señaló la leche y dijo ‘necesitamos llevar un poco de leche para el bebé'”, contó la emocionada madre.

La última ecografía a las 20 semanas, muestra que el pequeño Teddy, como decidieron llamar al niñito que viene en camino, está sano y creciendo de manera normal y Sadie, Gary y Summer lo esperan con los brazos más que abiertos, como si fuera el gran premio de la lotería.

¿Qué es el embarazo heterotópico?

“La combinación de un embarazo intrauterino con uno extrauterino se conoce con el nombre de embarazo heterotópico, esta es una patología poco reportada en la literatura internacional y nacional cuando se presenta en forma espontánea”, señala la revista chilena de Ginecología y obstetricia, en un estudio llevado a cabo por los doctores Francisco Kaplan, Oscar Espinoza, Manuel Scheppeler y David Cabrera, y denominado Embarazo heterotópico: una patología emergente.

Como en el caso de Sadie, el embarazo heterotópico, por constituir una patología poco frecuente, es habitualmente subdiagnosticado, y lo poco específico de los síntomas, aunque relacionados al propio embarazo, hace aún más dificil la detección temprana de esta ‘patología’

.