Probablemente los que beben alcohol han estado en una situación similar y entenderán el vergonzoso momento que vivió un joven escocés producto de una borrachera.
Martin McNally, de 29 años, salió a disfrutar de una noche de tragos y juegos junto a su Nicole Dunlop, de 24 años. La pareja jugó bingo, bebió unas copas y luego se fueron a casa. Hasta ahí todo marchaba bien.
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Cuando regresaron a su hogar, ubicado en la ciudad de Dundee, Escocia, Martin le pidió a Nicole el número de un amigo en común, con quien quería conversar, sin embargo, Dunlop se equivocó y le envió a su novio su propio número de teléfono.
Podríamos decir que producto del alcohol, Martin no reconoció su propio número de celular al recibir el mensaje, y desde entonces ocurrió lo más gracioso de esta historia. McNally comenzó a enviarse mensajes a sí mismo, jurando que hablaba con su amigo.
En esta captura, que el propio Martin subió a su cuenta de Facebook, se puede ver cómo el sujeto llamó a su supuesto amigo y su propio celular le avisa que tiene una llamada perdida. ¡Pues claro, se estaba llamando a sí mismo!
Luego, el inocente Martin le escribe a su amigo que lo llame, y como el mensaje se replica en su propio teléfono, recibe de vuelta un “llámame”. Y así la historia se repite, y el “ebrio” McNally va perdiendo la paciencia e insiste en decirle a su “amigo” que no lo llame cuando él lo está haciendo, y lo único que conseguía era el mismo mensaje de respuesta.
No sabemos cuánto habrá durado ese poco fructífero diálogo, pero lo que sí sabemos es que se lo tomó con total humor que fue capaz de compartirlo con sus cientos de amigos en Facebook, tratándose de “idiota” a sí mismo.
“No me di cuenta de lo que había hecho hasta el día siguiente cuando revisé mis llamadas“, señaló Martin, según consigna el medio inglés Metro.co.uk, agregando: “Cuando vi los mensajes repetidos, pensé: ‘¿Qué diablos he hecho?’“.
No te preocupes Martin, estamos seguros que más de alguna persona que lea tu historia, te entenderá.
