Danielle Lake, es una mujer oriunda de Merseyside, Inglaterra, y que ha crecido con una rara alteración en su rostro, similar a una cicatriz, que cubre su boca y barbilla, y por la que fue tan intimidada que dejó la escuela cuando apenas tenía 14 años.
A partir de entonces, se encerró en su casa sin tener vida social. Cuando era una adolescente, un médico le ofreció una cirugía correctiva, sin embargo, estaba muy asustada para continuar con el procedimiento.
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Hoy, a los 31 años, ella se siente realmente preparada para enfrentar una operación, y está reuniendo los casi 9 millones que le cuesta la cirugía, ofrecida por el mismo doctor particular, pese a que por el sistema público es gratis.
“Cuando niña fui realmente muy humillada, la gente en la escuela me decían que yo no encajaba y me llamaban fea, fueron muy crueles, señaló Danielle al medio inglés The Mirror.
“Usaba demasiado maquillaje para esconder mi deformidad cuando tenía 13 años, por lo que no podía ir a dormir a la casa de nadie porque tendría que quitarme el maquillaje y la gente vería a la “verdadera yo”. Dejé el colegio a los 14 porque simplemente no podía lidiar más con el bullying, y después solo me dediqué a trabajar en diversos lados y a estar encerrada en mi casa. Creo que eso aún me afecta“, confesó.
Danielle se sometió a una cirugía cuando tenía 13 meses de edad, para abrir sus labios porque los doctores pensaban que ella tenía un paladar hendido, conocido también como labio leporino, pero cuando estaban llevando a cabo la operación, descubrieron que la joven no tenía músculo al interior de esa deformación y necesitaba un par de operaciones más para corregirlo.
A los 14 años, su madre la llevó a un doctor particular que quería corregir este problema a través de una compleja operación que implicaba romper su mandíbula inferior, sin embargo, en ese momento la joven estaba tan asustada que rechazó el procedimiento.
Luego de dejar la escuela, Danielle tuvo varios trabajos hasta que finalmente se puso a trabajar con su madre en su salón de belleza por 10 años, no obstante, tres años atrás fue diagnosticada con el síndrome de fatiga crónica, lo que significa que ya no puede trabajar.
“La gente siempre está mirando mi boca cuando salgo al supermercado u otro lugar, los niños son lo peor para eso. Hay gente que se me acerca y me dice que me veo como si me hubiesen atacado con un cuchillo, es como si ellos pensaran que no tengo sentimientos o algo así“, comentó.
Por último, Danielle señaló que no quiere tener un rostro de “celebridad”, simplemente quiere lucir normal y poder tomarse selfies como cualquier otra mujer de su edad, es por eso que está reuniendo dinero a través de la plataforma GoFundMe.com, donde espera juntar cerca de 9 millones de pesos. Apenas lleva unos 500 mil pesos chilenos, pero ¡Vamos que se puede Danielle!
