Sebastian David de 28 años, consumía habitualmente cerca de 5 mil calorías diarias. Las que se centraban en papas fritas, pollo frito y empanadas.
Esta poco saludable dieta hizo que a Sebastian le apareciera una notable barriga, pues se gastaba más de 130 mil pesos solo en comida chatarra.
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Pero el oficial de seguridad contra incendios, oriundo de Lancashire, Inglaterra, enfrentó un momento tan duro en su vida, la muerte de su padre, que al día siguiente decidió embarcarse en una estricta rutina de ejercicios y que lo hizo bajar de 91 kilos a 65, en apenas siete meses, consignó el medio inglés The Mirror.
Él joven pasó de un abdomen “cervecero” a un “six pack” y que lo motivó a continuar con arduas rutinas para participar en competencias de fisiculturismo. Y 15 meses después, Sebastian terminó séptimo en un concurso nacional.
Tras ese éxito, el joven recibió varias ofertas para trabajar como modelo, y ahora es uno de los solteros británicos más codiciados, según consigna el medio inglés The Mirror.
“Tengo que confesar que es extraño que te pregunten que si quieres ser modelo cuando miro fotos de mi mismo hace dos años atrás, pero no me quejo, es bueno un poco de atención de vez en cuando“, señala el joven, agregando: “De cierta manera, engordar fue algo bueno, porque de otra forma no estaría haciendo las cosas que hago ahora si no hubiese sido gordo“.
Sebastian asegura que nunca quiso ejercitarse para convertirse en modelo o en fisicoculturista, simplemente que cuando su cuerpo comenzó a cambiar se sintió tan bien que re-evaluó sus objetivos. “Me siento increíble ahora. Estoy feliz por ser feliz, y es genial sentirse bien consigo mismo“, indica.
Todo comenzó cuando su padre falleció a causa de una enfermedad motora, en 2014. El joven tuvo problemas para cuidarlo puesto que no acostumbraba a cocinar, y solo se alimentaba de “chatarra”.
Cuando murió, él se hizo cargo del negocio familiar, junto a su madre, e ingresó al gimnasio. Eliminó su dieta poco saludable, y al cabo de meses ya podía ver resultados. Compartía fotos y recibía muy buenos comentarios, por lo que al año siguiente se esforzó mucho más y así llegó a competir con otros fisicoculturistas.
“Por alguna razón la mayor parte de mi peso se fue a mi abdomen, el que lucía bastante extraño. Comencé a beber mucho más de lo que debería y no hacía ningún tipo de ejercicio, así no estaba sorprendido“, recuerda.
Tan grande fue el cambio que incluso Sebastian estudió ciencias deportivas y obtuvo un magíster en coaching. También asegura que su nuevo físico ha atraído la atención de las féminas, lo que también le sirve a su negocio familiar de extintores. Además, lanzó su propio sitio web sobre fitness.
Mira a continuación cómo luce actualmente el valiente joven:
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