Muchos padres recurren al famoso “chupete” para calmar a los más pequeños, especialmente en los largos viajes o cuando hay alguna pataleta. Pero si no se toman los resguardos adecuados, hasta este simple objeto puede ser peligroso.
Así lo confirma la madre estadounidense Kacie McFadden, quien pasó un susto de muerte con su hijo Ryder, como confesó al medio Good Housekeeping. La mujer de la ciudad de The Stanford, California del Norte, decidió compartir su terrible experiencia para que otros padres no pasen por lo mismo que ella.
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Todo comenzó cuando su hijo comenzó a llorar mucho: “Estaba ahogándose y cuando corrí a la habitación, descubrí que su chupete se había roto. Estaba atascado en su garganta y el color de su rostro estaba cambiando”, relató.
La mujer metió sus dedos en la garganta del bebé y recuperó la carcasa plástica rota, pero no logró alcanzar el chupete de goma. “Le hice maniobra de Heimlich y finalmente salió. Podría haberlo matado si no lo revisaba”, agregó.
Cuando la mujer lo reportó a la empresa manufacturadora, MAM, se disculparon y le enviaron una nueva caja de chupetes. “Esto es muy raro, ¿el chupete fue usado por otro niño?”, le preguntaron. Ella les respondió que eso era imposible, porque era completamente nuevo. Incluso, le pidieron que enviara el chupete roto a la empresa por correo, cosa que no quiso, ya que estudiará emprender acciones legales.
Pero el susto no terminó ahí: dos meses después, Ryder volvió a comportarse de manera extraña y descubrieron otra parte del chupete en su estómago. “Tuve el susto de mi vida dos veces y no los voy a usar más”, concluyó la madre.
Si bien este es un caso raro, lo mejor es estar siempre atento y chequear los chupetes regularmente, ya que se pueden agrietar, romper e hinchar. Se recomienda cambiarlos cada 4 semanas.
