Durante muchos años, la estadounidense Ariella Calderon luchó contra los kilos demás. Las dietas extremas y privarse de algunas comidas la ayudaban a ser flaca por un par de meses, pero apenas volvía a comer, rebotaba rápidamente a su anterior peso.

Hasta que en mayo del año pasado se aburrió de vivir así, tal como le confesó al portal viral Buzzfeed. Se dio cuenta de que cometía dos errores: decirse a sí misma que la dieta empezaba mañana y seguir comiendo mal y de pronto, renunciar a todo y eliminar sus alimentos favoritos, aumentando su ansiedad y nutriéndose de manera pésima.

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Hoy, Ariella logró bajar 38 kilos y no sólo se ve mejor: también está más sana -al punto de que pudo correr una maratón de 10 kilómetros- y aprendió a amarse a sí misma, incluso en los días manos. Estas fueron las claves gracias a las cuales salió adelante:

1.- Tomar conciencia de lo que se ingiere

Weight Watchers
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Lo primero que Ariella hizo fue agregar la aplicación Weight Watchers a su celular, ya que en esta se puede ingresar lo que se come durante todo el día. “Comidas como las frutas y vegetales dan cero puntos, las carnes blancas dan bajos puntos y cualquier cosa con azúcar sale alto. Básicamente, te entusiasme a comer comida real y fresca, en vez de mierda procesada”, detalla. Ojo, que la aplicación permite algunas comidas fuera de la dieta y les asigna un par de espacios a la semana.

2.- Acabar con las dietas imposibles

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Lo segundo que hizo, fue acabar con el conteo de calorías. “Durante mi segundo año de universidad perdí 18 kilos. Me veía bien, me halagaban mucho, me sentía confiada… pero la realidad, era miserable. Me restringía a 400 calorías al día, hacía una hora de elíptica siete días a la semana y tomaba pastillas de dieta a cada rato”, relata.

3.- Seguir los tres principales consejos para perder peso

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Estos son: anotar lo que se come (motivo por el que agregó la aplicación Weight Watchers), registrar la actividad física y estar muy consciente de lo que se bebe.

4.- Tomar un desayuno real

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Antes, Ariella sólo se comía una fruta y tomaba un vaso de bebida cada mañana. “Pensaba que mientras menos comía, más peso perdería, pero realmente comer más es lo que me ha ayudado. Tener comidas como un omelette con fruta me sacia más tiempo y evita que coma malos alimentos a lo largo del día”, explica.

5.- Caminar

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Los primeros meses, Ariella evitó masacrarse en el gimnasio y optó por caminar una hora al día. “Llegué a disfrutar esta pacífica hora para mí misma”, detalló.

6.- Aprender a cocinar de manera saludable

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Ariella tendía a ordenar mucha comida y evitaba cocinar, hasta que se dio cuenta de lo poco saludable que es comer fuera de la casa. Así que aprendió a cocinar sus platos favoritos, pero en su versión zana: en vez de tallarines, zapallo italiano y en vez de carnes rojas, camarones y pescados.

7.- Sacar el azúcar “mala”

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Aprender a comer mejor también le significó sacar de su vida el azúcar en exceso, descartando bebidas, tortas y quequitos y cambiándolos por fuentes naturales, como lo son la frutas, miel y leche. Ojo, que condimentos como la salsa de tomate también la contienen.

8.- Apoyarse en las proteínas

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“Las proteínas te llena, así que busca comidas que tengan mucha proteína y poca azúcar. La gente tiende a asociar la proteína con carne, pero también puedes obtener tu dosis de las legumbres, yogur, huevos, semillas y nueces”, relata.

9.- Dejar de beber alcohol

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Ariella se fue alejando del trago y de la cerveza, aunque no de forma intencional, “simplemente bajé el ritmo y me di cuenta de lo bien que se sentía mi cuerpo”, detalla. Ella explica que fue una decisión personal y que esto no significa que no tenga vida social, sino que simplemente planifica cosas más saludables alrededor de esta.

10.- Tomar clases en un gimnasio

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Apenas se sintió lo suficientemente sana y confiada, comenzó a tomar distintas clases en un gimnasio local, como zumba, spinning, baile y entrenamiento de fuerza. Hoy, los resultados de su trabajo arduo están a la vista y lo mejor de todo, es que no tuvo que “torturarse” para conseguirlo.