Lewis Flint es un barman inglés de 21 años, quien sufre a raíz de una terrible decisión que tomó a los 16. El joven ni siquiera tenía la edad legal para tatuarse, cuando decidió inmortalizar una aspiradora Henry Hoover en toda su pelvis, rodeando sus genitales.
El vergonzoso diseño rodea todo su cuerpo, gracias a un “cable” que recorre su espalda y termina con un “enchufe” en su trasero, como recoge el medio australiano News. “Cuando me lo hice a los 16 años no me aburría de él, llamaba mucho la atención y era como un héroe local, lo amaba”, explicó.
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Hasta que recientemente, se enamoró de una chica y su relación fue bastante bien… hasta que se sacó la ropa. “Cuando ella lo vio, me dijo ‘¿qué es eso? ¡me retiro!’. Estaba consternado, jamás pensé que me arrepentiría del tatuaje que me hice”, relató.
Su madre Rachel tampoco es una gran fan del diseño: “Entiendo completamente por qué la pobre chica arrancó. Y ella podría haber sido la indicada”, relató.
El joven mostró su caso en el programa Bodyshokers de la estación inglesa Channel 4, donde afirmó que quería borrarlo definitivamente, para tener un nuevo comienzo en limpio. Lamentablemente, las sesiones de láser resultaron ser más dolorosas de lo que esperaba.
“Sé que removerlo con láser es doloroso, pero jamás imaginé que lo sería tanto. El sólo pensar en esa cosa cerca de mis bolsas es insoportable. No sé cómo la gente lo soporta por 20 minutos”, declaró.
Finalmente, Lewis admitió que “el láser es demasiado doloroso como para deshacerme de mi tatuaje, así que tendré que aprender a vivir con él”. Así que ya saben, chicas, si quieren salir con un chico aspiradora, Lewis es el indicado.
