Con apenas 20 años, el venezolano Jeison Rodriguez se convirtió oficialmente en la persona viva con los pies más grandes de todo el planeta. Hasta el momento, su pie derecho mide 40.1 centímetros y el izquierdo, 39.37 centímetros.
Lo más complicado de todo, es que siguen creciendo y podría poner en riesgo su salud. El récord lo obtuvo hace un mes atrás, cuando un supervisor lo visitó en su ciudad natal de Maracay, como recoge el medio estadounidense Fox News Latino. “Desde ese día, creo que mis pies han crecido más”, afirmó.
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Aunque su récord lo ha vuelto famoso, también le ha significado muchos dolores de cabeza, ya que sufre de una condición crónica llamada acromegalia. Esta dolencia se produce por una lesión de la glándula pituitaria, la cual lo lleva a liberar en exceso la hormona del crecimiento, produciendo un desmedido aumento del largo de manos, pies, mandíbulas y nariz.
Rodriguez fue diagnosticado con tan sólo 12 años, cuando su familia decidió llevarlo al médico preocupados por su altura y enormes pies. Desde que tenía 14 años que los zapatos no le duran más de dos o tres semanas, como reveló a este medio.
En 2013, le regalaron tres zapatos hechos a su medida de la marca alemana Georg Wessels. Fue esta misma firma especializada en pies grandes que tomó el modelo de su calce y lo llevó a la oficina de los Récords Mundiales Guiness en Londres.
Para que sus pies dejen de crecer, este joven necesita tomar una medicina llamada Dostinex tres veces a la semana, pero la crisis económica que afecta a Venezuela ha impedido que continúe su tratamiento. “No he encontrado la medicina en los pasados 8 meses. Le he pedido ayuda al gobierno, pero siguen buscando”, afirmó.
También, su tratamiento necesita de chequeos de rutina regulares y una dieta especial para que no se vuelva obeso, pero con su trabajo en una oficina local no puede cubrir los gastos. “Con los precios de la comida que hay, no puedo pagar por los vegetales e ingredientes sanos que necesito”, precisa.
Aún así, es un férreo defensor del presidente Hugo Chávez y de su gobierno, el cual le regaló un auto a los 18 años (el cual le quedó chico), además de financiarle el departamento en el que vive con su familia. Espera que el reconocimiento como récord viviente le permita viajar y conocer más del mundo.
