¿Sabías que pasamos alrededor de un tercio de nuestra vida durmiendo? Es por esto que es tan importante vigilar la cantidad de horas que dejas para esta actividad y su calidad, ya que puede verse afectada por factores tan básicos como la posición en que lo haces.

Esto último se vuelve especialmente importante si sufres de algún dolor crónico: cuello, hombros, espalda, mandíbula y caderas son las zonas que pueden verse afectadas a lo largo de los años, ya sea por una mala postura en la oficina, lesiones, un mal estilo de vida y hasta por genética.

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Por suerte, la Clínica de Cleaveland desarrolló una simple infografía, que te enseñará cuáles son las mejores posiciones para el dolor que te afecta y cuáles debes evitar completamente, como traduce Página 7 más abajo.

Clínica de Cleaveland
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Dolor de cuello: La mejor técnica es tenderse de lado o de espalda con una almohada de plumas o una toalla enrollada, para mantener la curva del cuello. En cambio, lo peor que puedes hacer es tenderte de estómago.

Dolor de hombro: Evita poner peso sobre el área afectada y opta por dormir boca arriba o tendida al lado contrario con una almohada sujetando el hombro afectado. La peor posición es dormir de costado sin una almohada de soporte.

Dolor en la parte baja de la espalda: Intenta dormir boca arriba con una almohada bajo tus rodillas, para así minimizar la curvatura de tu espalda. Evita dormir de “guatita” o de espalda sin esta ayuda.

Dolor de mandíbula y jaquecas: Opta por dormir de espalda con tus brazos a los lados. Ayúdate de una almohada especial para casos de problemas mandibulares. Evita dormir de espalda con tus brazos bajo la cabeza o sobre tu estómago.

Dolor de cadera: Prueba dormir de lado con una almohada entre tus piernas. Evita dormir tendida de espaldas o sobre tu vientre.