Cada 8 de agosto se conmemora el día del orgasmo femenino, una singular celebración que nació en Brasil el año 2006 con el fin de alentar a las mujeres a ser conscientes de su sexualidad.

Si bien es un pretexto para generar entusiasmo, también es una invitación a derribar prejuicios en torno al tema… después de todo, entre el 15 y 20% de la población mundial femenina no logra tener un orgasmo.

Fue una iniciativa de Arimateio Dantas, concejal del pueblo Esperantina, en Brasil. Decidido a compensar a su esposa, que constantemente se quejaba de “abandono”, propuso un día dedicado a estimular el placer sexual. Dicen que los habitantes de la ciudad fueron obligados por ley a conseguir un orgasmo de sus parejas. Y desde entonces el 8 de agosto es un día de fiesta.

En su definición más pura el orgasmo proviene del griego «orgh», que significa desear ardientemente. Los más expertos señalan que es la culminación del placer sexual, algo que llega de repente, tras una fase de excitación, y dura unos pocos segundos.

Para muchos es el placer más intenso que un ser humano pueda sentir, pero no para todos… pues se estima que entre el 15 y 20% de la población mundial no logra tener un orgasmo. Y aunque la comunidad médica sospecha que la cifra podría ser algo mayor -puesto que muchos hombres y mujeres callan sus problemas sexuales por vergüenza o miedo de herir a su pareja- no son pocas las personas que cargan con ello durante años, sin que se atrevan a consultar.

¿Qué causa la anorgasmia?

La anorgasmia es una enfermedad en la que una persona no siente ni percibe sus orgasmos. Ello, debido a que su cerebro no recibe respuesta de lo que le está ocurriendo a su cuerpo durante la excitación sexual. “Los casos más graves de anorgasmia son pocos y se deben a temas como abusos sexuales, abandono durante la infancia, problemas psicológicos o una educación religiosa restrictiva”, señala Jack Pardo, médico ginecólogo de la Universidad de Chile, especialista en cirugía uroginecológica, vaginal y cirugía plástica ginecológica.

Hernán Piñera (cc) | Flickr
Hernán Piñera (cc) | Flickr

Según estudios internacionales, sólo el 5% de los casos de anorgasmia están relacionados con lesiones en la zona genital de la mujer. El resto ocurre por situaciones como:

Traumas sexuales, sobre todo en mujeres que han sido maltratadas en su infancia o juventud.

Sentimientos de culpa: muchas mujeres sienten vergüenza y culpa de sus deseos sexuales, provocada la mayoría de las veces por una educación rígida, enfocada en el matiz pecaminoso de la sexualidad.

Miedo: Algunas mujeres sienten miedo durante las relaciones sexuales, y eso las bloquea hasta tal punto de tener una correcta respuesta en su libido. El miedo puede ser por perder a su pareja, por mostrar su cuerpo, por temor a un embarazo no deseado o a una enfermedad sexual, entre otros.

Problemas de pareja: son muchas las mujeres que ven reflejados sus problemas conyugales en la cama. Quiere decir que dejan de sentir placer cuando sus parejas las maltratan, las ignoran o cuando ellas han dejado de sentir amor o admiración por ellos.

Tipos de anorgasmia

Según el Dr. Pardo hay distintos tipos de anorgasmia, los que se encausan de acuerdo a la gravedad de los síntomas y a la situación que la desencadena:

Anorgasmia primaria: la mujer que la padece no ha tenido nunca un orgasmo, ni a través de las relaciones sexuales ni de la masturbación.

Anorgasmia secundaria: Es cuando la persona pierde repentinamente la capacidad de sentir un orgasmo, a pesar de que antes no tenía este problema.

Anorgasmia absoluta: Cuando no se consigue placer bajo ninguna circunstancia.

Anorgasmia relativa: Cuando sólo se puede tener orgasmos a través de un tipo concreto de estimulación.

Anorgasmia situacional: Cuando sólo se llega al orgasmo en situaciones concretas.

_HAAF_ (cc) | Flickr
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Tratamiento

La buena noticia es que el tratamiento para la anorgasmia femenina tiene un buen pronóstico. Lo importante es que la mujer suelte sus miedos, pensamientos y contrariedades sobre el sexo y trate de cambiarlos por pensamientos positivos y de placer.

Lo más recomendable es acudir a un sexólogo para que éste guíe a la mujer sobre la manera correcta en que ella debe vivir su sexualidad. La terapia de pareja también es recomendable.

Otra solución que complementa al tratamiento con el especialista son los ejercicios de Kegel, una serie de contracciones al interior de la vagina que ayudan a tonificar los músculos que la componen. Estos ejercicios no sólo permiten a las mujeres anorgásmicas empezar a sentir paulatinamente sus orgasmos, también mejoran la calidad de los orgasmos de quienes no padecen de esta disfunción sexual.

En el caso de las mujeres a las cuales el orgasmo vaginal se les fue por laxitud vaginal o les cuesta retomarlo, se les recomienda una cirugía de rejuvenecimiento vaginal o un tensado vaginal con láser.

“La ampliación del Punto G ayuda a mejorar la superficie de roce y fricción, provocando un aumento de la gratificación sexual”, señala el doctor Pardo. Entre las mujeres que se han realizado el tratamiento, más de un 84% quedan satisfechas con los resultados, explicó el doctor Pardo.