La joven inglesa Kate Friday (20) creía haber encontrado a su príncipe azul en un hombre llamado Kyle Newby, un vendedor de autos que conoció en una web de citas. Sus primeros meses en una relación fueron “adorables”, tal como le detalló al medio local Liverpool Echo. “Él era todo lo que podrías querer, el novio perfecto”, declaró.
Pero rápidamente, las cosas se fueron poniendo feas: Kyle era controlador y quería saber en todo momento dónde estaba. Además, le decía que no se acercara a sus amigos o familiares y le prohibía usar ropas “que le gustarían a otras chicas”. Era su primera relación, así que no fue capaz de distinguir el abuso y creía que era normal la forma en que la trataba.
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Una vez se vio obligada a comprarle un carísimo iPhone “para hacerlo feliz”, pero si no le respondía el celular pronto, le llegaban ofensivos mensajes. “Dime dónde mierda estás ahora o haré de tu vida un infierno. Espero que mueras, perras fea”, eran algunos de sus “amorosos” textos.
En una ocasión, Kate sospechó que la engañaban e intentó terminar la relación: la primera vez le mordió la nariz y la segunda vez, fue mucho peor. “Mi mamá intentó hablar conmigo, pero era un robot a ese punto. Me manipulaban todo el tiempo, me habían lavado el cerebro”, declaró a este portal.
El segundo ataque ocurrió en su auto, cuando ella le dijo que habían terminado y que esta vez era en serio. “Sabía que me iba a pegar en la parte de atrás de la cabeza. Era donde podía hacerlo sin dejar una marca. Cuando lo hizo, comencé a gritar y como estaba llamando la atención, metió sus dedos en mi boca”, relató.
[spoiler title=’Advertencia: Imágenes fuertes’]
“Lo sentí escuchando y escuché un ‘pop’. Cuando sacó sus dedos, había sangre en todos lados”, agregó. Le había destrozado la garganta. La joven se desmayó contra el pavimento y él chico debió llevarla al hospital; allá intentó convencerla de mentir e incluso le envió unos sufridos mensajes pidiendo que lo perdonara. Katy no aguantó más y lo denunció.
El pasado mes, el hombre de 21 años admitió el ataque ante la corte, pero en vez de encarcelarlo, lo enviaron a un programa “para construir mejores relaciones”. Además, tiene prohibido acercarse a ella por 5 años y deberá pagar sus gastos médicos. Katy decidió contar su historia públicamente, para que otras víctimas identifiquen las señales de alarma.
“Él era mi primer novio y nunca supe lo que era una relación sana. Él explotó eso. Llegué a aceptar el abuso como norma y me acostumbré. Pero nadie debería acostumbrarse a eso. Hubiera deseado que alguien hubiera estado allí para mostrarme las señales de alerta”, declaró.
En lo que va de este año, 24 chilenas han muerto en manos de sus esposos, parejas o convivientes en nuestro país y en promedio, alrededor de 40 mujeres mueren anualmente debido a este tipo de violencia.
Como consigna el portal del Sernam: “Las mujeres pueden denunciar las situaciones de violencia que han presenciado o que les ha tocado vivir. Llame al 800-104-008. Si usted teme por la seguridad o la vida de una vecina o amiga, acompáñela y apóyela”.
