Los celos son una de las peores caras del apego. Son la manifestación de que no se desea perder lo que es “de uno”, como si las personas pudieran considerarse una “propiedad”.

Si bien los celos son muy comunes en todas las relaciones, estos se vuelven muy peligrosos cuando una de las personas sufre constantemente la presión e inseguridad del otro. Algunos creen, incluso, que los celos resultan atractivos para mantener viva la “llama del amor”, el tema es que sin darse cuenta éstos pueden salirse de control.

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En general, la persona celosa sufre de profundas inseguridades que la llevan a creer que no es merecedora del cariño o el amor del otro, y es por eso que los comentarios al respecto se transforman en eternas discusiones que muchas veces terminar por destruir una relación amorosa.

Es por eso que la experta en relaciones, Valeria Schapira del portal de citas Match.com, ofrece una serie de consejos para aquellos que viven una situación de tales características y no saben cómo tratarla. Pon atención:

1.- Ten un diálogo sincero: Es importante que converse con tu pareja sobre cómo te lastima su falta de confianza. Pídele que te abra su corazón; seguramente hay heridas de la historia personal que se trasladan a la situación actual.

2.- Asume que brindar “garantías” es inútil: Por más que te encierres en casa para que tu pareja esté “tranquila”, nada será suficiente, ya que una persona celosa siempre encontrará un nuevo motivo para desconfiar. En estos tiempos donde las redes sociales juegan un factor primordial en el cómo nos relacionamos, los celulares, por ejemplo, también son fuente de sospecha para aquel que desconfía.

3.- ¿Crees que él o ella puede cambiar?: Las personas muy celosas suelen pasar del arrebato de ira a la culpa. Y puede que tú caigas en la ilusión, en aquellas dulces disculpas y las confesiones de que las cosas cambiarán. Es válido que creas, pero no dejes de estar atento, pues no existen las fórmulas mágicas para modificar una conducta histórica, ya que todo requiere de un profundo trabajo interno.

4.- Intenten consensos: En la medida en que los celos estén dentro de los parámetros de la “normalidad”, es decir que no hagan un infierno de la vida cotidiana, pueden tener un diálogo honesto sobre aquellas cuestiones que gatillan ese sentimiento para evitarlos. Hay conductas que no hacemos conscientes, que pueden estimular la sensibilidad de quien no está seguro de sí mismo.

5.- ¿Pasó el límite de lo tolerable?: Si tu pareja te bombardea con preguntas del tipo “¿Con quién hablas?, “¿Adónde vas?”, ¿”A qué hora vuelves?”, estás en problemas. Difícilmente esté en tus posibilidades solucionar el tema sin ayuda profesional.

6.- Busquen contención terapéutica: Es probable que el celoso no reconozca su condición y proyecte en ti su problema. La tendencia es ver siempre en el otro la fuente del malestar, tormento, etc. Trata de hacerle saber que le amas pero que, de seguir la relación de esta manera, será imposible continuar. Conversa el buscar ayuda profesional y ofrécete a acompañarlo para charlar de lo que pasa.

7.- Piensa si estás dispuesto a acompañar en el proceso de “curación”: Los celos no se resuelven de un día para otro, pues son la manifestación de una historia personal que no puede repararse velozmente. Sé honesto/a contigo mismo y piensa si estás en condiciones de acompañar a la persona que amas en el proceso de sanar sus cicatrices.