La joven inglesa Megan Armer (22) alguna vez llegó a pesar 26 kilos, la talla promedio de una niña de seis años. Las burlas en la escuela la llevaron a sufrir anorexia a temprana edad y la enfermedad progresó al punto en que sólo comía una manzana día por medio.

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“Desde la escuela primaria, los niños solían llamarme perra gorda. Ellos nunca me dejaban subir a las barras, diciendo que era demasiado pesada. No estaba particularmente pasada de peso, pero algunos niños pueden ser crueles”, detalló al medio inglés Mirror.

Caters
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Esto la llevó a comer poquísimo, además de utilizar laxantes de manera excesiva. “Vivía de una manzana día por medio. Si me sentía hambriente, abría una Coca-Cola de dieta o masticaba chicle”, agrega. El uso continuo de laxantes le provocó un prolapso de intestino, por lo que debió ser operada urgentemente. Después de este incidente, fue admitida en un centro psiquiátrico, donde estuvo en tratamiento por dos años y medio.

Caters | Facebook
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La ayuda médica la hizo regresar a un peso saludable; además, se sometió a una cirugía de levantamiento de senos para sentirse más confiada. Hoy, Megan celebra su nueva figura trabajando en una agencia de modelaje: “Cuando era una anoréxica, era todo sobre volverme más pequeña. La idea de tener unas cirugía para agrandar algo en mi cuerpo me generaba rechazo”, explicó.

En cambio, hoy “firmar con la agencia fue un gran incentivo para mi confianza. Jamás me habría atrevido a pensar que algo así pasaría esos años atrás”.

Megan Armer | Facebook
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