Madeleine Melcher es una bloguera que quiso compartir su historia y visión sobre la adopción, con el objetivo de derribar algunos mitos que existen en torno a este vínculo de parentesco.

Para Melcher “lo real no está definido por el ADN, está definido por el amor”, y esa es una de las lecciones más importantes que deja su columna publicada en el medio estadounidense The Huffington Post, y en la que repasa varias áreas que sin duda ayudarán a despejar algunas dudas sobre el tema o, al menos, a cambiar la visión que muchas personas tienen sobre la adopción.

A continuación te dejamos con parte de la traducción de su texto:

“Cuando era tan solo un bebé, viví en un orfanato por un tiempo. Mi madre biológica me dejó ahí y nunca más regresó. Fui adoptada cuando tenía un poco más de un año. La adopción es cómo llegué a tener una familia. Al parecer las personas tiene muchas preguntas cuando ven a una familia que obviamente se construyó a través de la adopción. Y como siempre, desde que era muy joven, he compartido esto, decidí compartir mi historia. Esto es lo que quiero que sepas, como respuesta a años de preguntas.

1. Los niños adoptados no son como en las películas

Sí, estuve en un hogar para niños por un tiempo, pero no tengo el pelo rojo, un perro bien peludo o un grupo de amigas alocadas con las que cantar. Los niños adoptados son niños. Son personas que han pasado por penurias que muchos de nosotros ni siquiera podemos imaginar. Niños que merecen protección, seguridad y amor. Hay miles de personas que tienen que vivir hasta los 18 años en algún centro sin una familia. Todos necesitamos una.

2. Las personas adoptadas tienen distintos sentimientos sobre sus adopciones

Nunca me he preguntado por qué mi madre biológica me dejó ese día. Estoy agradecida, pues gracias a la adopción tengo una familia, ese fue el momento en que el amor y mi vida realmente comenzaron. Algunas personas adoptadas siempre sienten la pérdida de su familia biológica o la vida que que podrían haber tenido y optan por no sentirse “agradecidos”, y esa es su visión. De todas formas lo entiendo.

3. La adopción no debería ser un secreto o algo de lo que nos deberíamos sentir avergonzados

Nunca ha sido un gran problema para mí. Siempre he sabido que soy adoptada y no ha sido nada más que saber cómo llegue a ser parte de mi familia. Solo es. Si eres un padre adoptivo, cuéntaselo desde el principio. Sé honesto y siempre mantén abierta las líneas de comunicación. Y recuerda, la historia de adopción es de ellos. ail.

4. La adopción no es una segunda oportunidad para que una familia se construya, solo es otra vía

No todos quienes adoptan lo hacen por infertilidad. Yo fui adoptada, pero mi hermana no. No fui la segunda opción. Mi madre no fue “menos madre” conmigo por haber sido adoptada. Fui amada y cuidada con el mismo amor que mi hermana. El tiempo, atención y amor ha sido siempre fue el mismo. No soy la número 2.

5. Algunos adoptados dicen “Yo fui adoptada” y otros hablan de “Yo soy adoptada”

Yo no uso una etiqueta para decir: “Hola, mi nombre es Madeleine y soy adoptada”. Quiero que sepas que yo FUI adoptada. Soy un millón de otras cosas más aparte de eso, y no me defino por eso. Es sólo una parte de mi historia, y así debe ser para todos los niños adoptados. Por favor nunca se refieran a un niño como “el niño adoptado”. Él o ella es un niño. En su mente de hoy puede ser un vaquero o una bailarina y cuando crezca un doctor, padre o amigo. Déjenlos ser ese otro millón de cosas más.

6. No está bien juzgar qué tipo de adopción es mejor, pero la gente lo hace de todas formas

Da lo mismo el tipo de adopción, pues si es para proporcionar un hogar lleno de amor para un niño, es una buena acción, y eso es todo lo que importa. Siempre habrá gente que te juzge, ya sea en relación a su preferencia sexual, a la elección de su peinado, o a su barrio. La gente va a juzgar, y la adopción no es diferente. Recuerda: No importa cómo construyas tu familia, tu familia es lo primero, ignora los juicios de otras personas.

7. Algunas personas adoptadas necesitan encontrar a sus padres biológicos para sentir cercanía o un nuevo

Yo nunca he conocido a mis padres biológicos y tampoco lo he considerado. He tenido curiosidad pero nunca he buscado. Esto es lo que muchos preguntan a las personas adoptadas. Espero que mi madre biológica tenga paz y incluso una pequeña porción de la felicidad que yo he tenido en mi vida. Hay quienes sí buscan tener una relación con su familia biológica. Todos somos distintos, no podemos esperar que todos actuemos igual.

8. Las palabras de los padres y sus reacciones son importantes

No hables mal de su familia biológica, pues tu hijo puede sentir que también lo estás criticando a él. Así que por favor piénsalo dos veces antes de emitir algún tipo de comentario de esa índole frente a un niño.

9. Lo real no está definido por lo biológico

Mi madre es mi madre real. Ella me ayuda con las tareas, y vamos juntas a buscar vestidos de graduación, y es la que viene corriendo si me caigo de la bicicleta. Ella escuchaba todas mis historias. Las madres que adoptan son las verdaderas madres. Los padres que adoptan son los verdaderos padres. Reales de todas las maneras. Lo real no está definido por el ADN, está definido por el amor.

10. La adopción se basa a menudo en algún tipo de dolor o pérdida

El dolor de los padres biológicos y todo lo que llevó a dejar a su hijo. El trauma de un niño que ha sabido cosas de su vida que un pequeño no debería saber. La pobreza de otros países. Estas heridas no son causadas por la adopción, sino que la adopción es la mejor solución para estos problemas tan complejos.

11. Padres: no hay una opinión acerca del aborto que sea más importante que la de tu hijo adoptado

Creo que la gente hace del tema de la adopción algo mucho más grande de lo que es. Cuando estaba creciendo, solo fue. Yo sabía que mi madre estaba ahí para cualquier pregunta que tuviera. Yo era una niña normal. No estaba predeterminada a sufrir por haber sido adoptada. Si tú eres un padre que adoptó, solo escucha a tu hijo, esa es la voz más importante, así que deja que él te guíe.