Cuando una pareja se anima a tener hijos, siempre les asalta una clásica duda: ¿serán capaces de ser responsables y un buen ejemplo para los retoños? 

Se sabe que en los primeros años de infancia, los niños son como verdaderas esponjas, reteniendo la mayor cantidad de experiencias aprendidas. Y lo que retengan de esta etapa, lo repetirán a futuro, especialmente de su primer modelo a seguir: sus padres, como lo indica el portal español de noticias ABC.

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Frente a esta situación, la asesora familiar y experta en educación, Tania García, recomendó una serie de consejos para los padres. Así que si no quieres criar cuervos, te recomendamos leer con atención la siguiente lista de la creadora de Edurespeta:

– Para que tu hijo no se comunique a gritos: no le grites

– Si deseas que tu hijo sea lector: lee con él y que te vea leer.

– Si te gustaría que un futuro fuera un adolescente que tomara sus propias decisiones: intégralo en la toma de decisiones de tu hogar y toma las tuyas propias con decisión.

– Si no quieres que te pegue a ti y/o a los demás: no utilices la violencia con él.

Jlhopgood (cc) | Flickr
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– Si anhelas que tu hijo confíe en ti en todas las situaciones de su vida: confía en él.

– Si no quieres que te insulte a ti ni a nadie: no lo insultes, nunca.

– Para que tu hijo te bese y te abrace, aunque los años pasen: bésalo y abrázalo cada día.

– Te entristecería que se riera de los demás: no te rías de él.

– Para que tu hijo sepa disfrutar de la vida: disfruta la vida con él, en todo momento.

– Si no deseas que sea una persona llena de miedos: no lo eduques mediante miedos y amenazas.

– Si pretendes que tu hijo sea sincero: no le mientas, en ninguna situación.

– Si no quieres que haga juicios de valor a las personas: no lo juzgues.

–  Si bajo ningún concepto quieres que tu hijo sea sumiso ni un títere de los demás: no le enseñes bajo la obediencia ciega.

– ¿Te gustaría que tu hijo tenga claro lo que quiere y luche por ello? sin necesitar el beneplácito de nadie, ni nada a cambio: no lo eduques con premios, la vida no funciona con recompensas.

– ¿Deseas que tu hijo te comprenda y empatice con los demás?: sé empático/a con él, ponte en su lugar.

– ¿No quieres que tu hijo etiquete a las personas?: no lo etiquetes tú.

– ¿Aspiras a que tenga sus propios gustos?: no impongas los tuyos a los de él.

– Si prefieres un hijo integrado en la sociedad: no lo dejes solo nunca cuando te necesite, acompáñalo.

– Si no te gustaría que tu hijo chantajeara ni coaccionara a los demás: no lo chantajees, bajo ningún concepto.

– Si quieres que disfrute comiendo y se atreva a probar todo tipo de comida: no lo fuerces a comer y respeta sus ritmos.

– Si no quieres que tu hijo te «castigue» (de diferentes formas): no utilices el castigo en su educación.

– Nunca quisieras que tu hijo obligase a alguien a hacer lo que no quiere: jamás lo obligues tú.

– No deseas que te compare con la madre de su amigo, pensando que es mejor: no lo compares nunca.

– Quieres que tu hijo sea feliz: sé feliz y hazlo con él.