Censura y misoginia es lo que denuncia la artista y poetisa canadiense Rupi Kaur, luego de que una de sus obras fuera censurada reiteradas veces en Instagram.

Se trataba de su proyecto final para el curso de Retórica Visual, en el que retrataba a una mujer recostada sobre la cama con manchas de sangre entre sus piernas y en las mismas sábanas. Rupi explicó en Facebook que a través de esta foto quería “desmitificar la menstruación y hacer que algo que es innato, vuelva a ser normal”.

Lee también: A esta madre no le importaron las estrías de tres partos y posó en bikini

Rupi Kaur | Facebook
Rupi Kaur | Facebook

Lamentablemente, esta red social le bajó varias veces la imagen, lo cual desató su ira en las redes sociales. “Eliminaste mi imagen dos veces, declarando que viola las reglas de la comunidad. No me disculparé por no alimentar el ego y el orgullo de una sociedad misógina que quiere ver mi cuerpo en ropa interior, pero se incomoda por una pequeña mancha”, comenzó a escribir.

La artista critica que esta plataforma está llena de fotos de mujeres “cosificadas, pornificadas y tratadas como menos que humanas”, pero que apenas se habla sobre algo tan natural como la menstruación, se genera incomodidad. “Esto solo demuestra quién está sentado detrás del escritorio. Y quién controla el show. Quién controla los medios de comunicación y quién nos censura”, agregó la joven.

Rupi Kaur | Facebook
Rupi Kaur | Facebook

“He sido hospitalizada muchas veces debido a causas asociadas con mi menstruación. He sufrido de una enfermedad relacionada con mi menstruación. Y desde entonces, he estado trabajando mucho para amarla. Abrazarla. Celebrarla”, explicó en un mensaje que fue traducido por el usuario de Facebook Helecho Verde.

“Sangro cada mes para ayudar a que la humanidad sea posible. Mi útero es el hogar de la divinidad. Una fuente de vida para nuestra especie. Ya sea que decida crear vida o no. Pero pocas veces es vista así. En civilizaciones antiguas, la sangre era considerada sagrada. Pero la mayoría de las personas, sociedades y comunidades desprecian este proceso natural”, concluye.