Cuando Annalisa Hackleman cumplió 13 años, se dio cuenta de que algo insólito ocurría en su rostro: le estaba creciendo barba. Rápidamente fue llevada al médico, donde le diagnosticaron síndrome del ovario poliquístico, una condición que afecta a las hormonas.
Preocupada por su aspecto, su madre decidió llevarla a varias sesiones para remover el pelo con láser. Pero esto no fue efectivo y pronto la situación empeoró, al punto de que Annalisa debía rasurarse dos veces al día. La fotógrafa californiana se sentía tan mal consigo mismo que desarrolló agorafobia, es decir, le costaba salir de su misma casa.
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“Desarrollé agorafobia y me daba ansiedad planear cosas o salir de allí. Cuando finalmente salí de casa, después de mucho estrés, llanto y preocupación, me di cuenta de que mi ansiedad no se calmaba”, detalló en declaraciones recogidas por el medio británico Mirror.
Hoy, Annalisa ya no tiene miedo a salir y tampoco se rasura. El motivo detrás de esto: encontró al amor de su vida, David, quien la ha ayudado a superar las barrreras que ella misma se ponía. Los tortolitos se conocieron cuando él vio fotos de Annalisa en el Facebook de una amiga y rápidamente se enamoró.
Cuando se conocieron, hicieron “clic” instantáneamente: “Por suerte, mi esposo me ayudó a salir de la neblina y demandó que hiciera algo, antes de que arruinara nuestra vida juntos”, agregó la fotógrafa, quien recientemente celebró sus 5 años de matrimonio y 8 de relación.
Como ella nunca estuvo cómoda con rasurarse, ya no lo hace: “David es un gran apoyo y acepta mi vello facil. No creo que lo ame, pero me ama a mí y es todo lo que importa”, concluyó en el programa Amor Extraño de TLC.
