Los vecinos de la ciudad de Colón, Argentina, vivieron una cinematográfica y multitudinaria búsqueda, la cual terminó de manera bastante insólita. Estos querían dar con el paradero de Sofía Velzi, una chica de 18 años quien había desaparecido en medio de un viaje desde Jujuy para conocer en persona a su novio, el bombero Luciano Benítez.
Este la conoció en Facebook y desde hacía un año que conversaban a través de esta red social. Como detalla el medio argentino San Juan 8, ella le contó que era huérfana y que tenía leucemia. También le dijo que vivía en Jujuy junto a una tía.
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Aunque él fue hasta esta ciudad a buscarla, nunca pudo verla y durante un año mantuvieron una relación basada en chats, llamadas y fotos. Pasaban largas horas conversando, hasta que Luciano no pudo más y la invitó a ir a verlo a Colón.
El problema es que en medio del viaje, lo llamó desde Paraná y le dijo que se había quedado sin dinero. Luciano no se hizo de rogar y le compró un pasaje para retirar en la oficina del terminal. Ella subió al asiento número 9 del bus donde se descompuso, comenzó a vomitar y los choferes le pidieron que se bajara en Villa Elisa. Su madrina la habría ido a buscar al hospital y fue ahí que desapareció del mapa.
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El asustado hombre dio la voz de alarma en la Policía. El problema es que después de días de búsqueda, tanto él como toda la ciudad de Colón descubrieron que “Sofi” ni siquiera existía. Se trataba de dos chicas quienes inventaron un perfil de Facebook con este nombre y mantuvieron un noviazgo falso con Luciano, hasta que ocurrió el intento de encuentro.
Al verse descubiertas en su mentira, las mujeres decidieron inventaron una desaparición. “El jueves se había comunicado con mi hijo una tal Yésica –una conocida de Luciano, también de Colón– para decirle que ‘Sofía’ estaba viniendo de Jujuy. Pero resulta que cuando él fue a esperarla, no llegó”, detalló a la radio Oíd Mortales el padre de Luciano, Ramón Benítez.
Los llamados y mensajes de “Sofi” provenían del celular de Yésica y nunca fue retirado el pasaje que compró el hombre. Lo que no se sabe es quién es la verdadera chica de las fotos ni cuál es la vía legal para detener a las autoras del engaño.
Hoy, Luciano continúa trabajando como bombero, pero se niega a hablar con nadie sobre este decepcionante hecho.
