Este martes en un nuevo capítulo de Espías del Amor, se presentó un caso que dejó a varios televidentes con la boca abierta por lo impactante de las mentiras de su protagonista.

La historia revisó el caso de Ruth y Andrés, una pareja que llevaba más de un año pololeando a través de las redes sociales, y que nunca se habían reunido debido a que él la deja plantada cada vez que acuerdan una cita.

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Aún así, la joven estaba tan enamorada que incluso planeaba irse a vivir con su enamorado, quien le aseguraba que vivía en la comuna de Lo Espejo, Región Metropolitana.

Luego de la investigación del equipo de producción, se descubrió que Andrés no se llamaba así precisamente, sino que Wladimir, y su domicilio tampoco pertenecía la citada comuna, sino que vivía en la Provincia de Cautín, en la Región de La Araucanía. También mintió con su edad y no era para nada el musculoso que Ruth veía en las fotos de Facebook, sino que un hombre de baja estatura.

Captura | CHV
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Con tales antecedentes viajaron hasta el sur de Chile y allí finalmente dieron con el paradero de Wladimir, quien quedó impactado con la llegada de su enamorada.

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Tanto así, que durante los primeros minutos negó toda relación con ella y entregó una ridícula excusa que fue material de burlas en redes sociales. Y es que cuando le preguntaron de quién era el celular que había contestado hace unos segundos, señaló: “No es mío, me lo encontré botado“.

Cabe señalar, que luego del encuentro reconoció su engaño y le ofreció disculpas a Ruth, señalando que le había mentido por miedo a los prejuicios debido a su estatura.

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