Este domingo 23 de octubre la ex ‘chica Mekano’, Cathy Barriga, cumplió uno de sus más grandes anhelos tras convertirse en una de las triunfadoras de las elecciones municipales 2016, en el cargo de Alcaldesa electa de Maipú.
A menos de dos semanas del importante logro, la esposa de Joaquín Lavín Jr. se encuentra plena no sólo en el ámbito político, sino que también en el personal, ya que pudo cumplir otro importante sueño.
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Tal como documentó la propia Barriga a través de su cuenta en Instagram, este fin de semana largo viajó junto a sus tres hijos y su marido fuera de nuestro país, con el fin de visitar -entre otras cosas- Disneylandia. Aunque la joven madre ya había ido con anterioridad a la tierra de Walt Disney, ésta es la primera vez que lo hace junto a su hijo menor, el bebé Romeo.
Dentro de los reconocidos parajes al interior del parque de atracciones destaca el Castillo de Disney, en el cual la futura Alcaldesa se lució dichosa junto a sus hijos.
Cabe destacar, que en el marco de su campaña electoral Cathy Barriga fue blanco de críticas por vivir como “princesa” y querer un mundo más “color de rosas”.
En conversación con revista Paula en julio de 2015, el ex rostro de Mega recalcó que le gustan “todas las princesas” y rememoró episodios de su matrimonio, como el momento en que llegó hasta la Iglesia en un carruaje de época, al tiempo en que sonaba la canción ‘Un Mundo Ideal’ de la película Aladino.
Sin embargo, en la misma entrevista recalcó que no ha tenido una vida “encantada” sino que, por el contrario, esforzada, declarando que desde pequeña ha debido trabajar por su hijo mayor, Vicente (18), a quien tuvo a temprana edad.
Como se mencionó con anterioridad, ésta no es la primera vez que Barriga visita la casa de Mickey Mouse junto a su familia. En la citada entrevista, la ex bailarina confesó que en 2014 “fuimos a Disney, hice una fila eterna para sacarme una foto con la reina Sofía y la mujer esperaba que apareciera una niña y aparecí yo”.
“Muchos de los que hablaban de mí cuando me casé, decían que tenía el síndrome de La Cenicienta, y capaz que sí, creo en la magia. Uno no es princesa hasta que se da cuenta que no necesita un castillo, joyas o grandes lujos para serlo. Si tienes para pagar las cuentas, tus hijos sanos, un trabajo y un marido que te ama, ¿por qué no puedes ser una princesa? Eso es magia, es creer en la felicidad. Cuando tus sueños se acaban, se acaba todo”, declaró en la oportunidad.
