Más de 10 años han pasado desde que el reggaetón hizo su triunfal aterrizaje en nuestro país cautivando a toda una generación.Aunque muchos pensaron que sería sólo una moda, como el axé algunos años antes, este ritmo llegó para quedarse.

En este contexto TVN realizó un reportaje sobre la evolución del género en nuestro país y para obtener información contactó a la licenciada en filosofía de la Universidad Católica y autora del libro Ciertos ruidos: Nuevas tribus urbanas chilenas, Andrea Ocampo. Pero lo que esta mujer de 31 años nunca pensó es que su aparición terminaría transformánose en una verdadera pesadilla.

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Resulta que en la nota de 24 horas la profesional fue presentada como “experta en reaggetón” y ahí comenzó todo. Una serie de burlas, memes y odiosos comentarios se hicieron virales a través de las redes sociales.

Tantos fueron los crueles mensajes, que bullying brutal la llevó a reaccionar.

“¿Por qué respondo la mala onda? Jamás pensé que el meme iba a llegar hasta México. Ahora paré de responder porque estoy cansada, pero lo hice porque el bullying me traspasó a mí, le llegó a mi papá, a mi mamá, a mi abuela. Esta gente tiene que saber que cuando trollean a alguien, esa persona es real. A mí no me afecta porque he lidiado con el bullying históricamente. Yo acepto mi cuerpo y mis conocimientos. Si el resto no lo acepta, no es problema mío”, aseguró la filósofa en LUN.

La mujer también tuvo palabras para el trabajo de TVN, que finalmente fue lo que causó todas las burlas en las redes.

“Ese GC (generador de caracteres) resumió mi trabajo a una sola área. Porque tal como sé de reggaeton, también he investigado el rap, pop chileno, pop japonés. El problema fue el reduccionismo. Fui doblemente humillada: se puso en cuestión mi conocimiento y mi cuerpo, porque en occidente mi cuerpo es un blanco para la joda”, comentó Andrea.

Pero al menos algo bueno sacó de todo esto, pues se reencontró con su hermana luego de muchos años, cuando el meme se hizo viral y ella la defendió frente a sus amigas.

“En medio de tanta mala onda, hubo cosas bacanes. Me contacté con mi hermana. Yo no hablaba con ella hace muchos años. Ella me agregó a Facebook y me dijo ‘estoy contigo’. Cuando vio que sus amigas compartieron el pantallazo, ella les dijo ‘oye, es mi hermana’, y ahí la empezaron a molestar a ella”, contó la profesional.