Se acercan las fiestas de fin de año y los chilenos nos volvemos locos saliendo a las calles para encontrar las mejores ofertas. Pero en estas fechas hay que tener ojos hasta atrás de la cabeza, porque los “amigos de lo ajeno” también andan haciendo su pedido navideño.

Una profesora universitaria, identificada como Belén, se convirtió en el objetivo de un ladrón, quien con maestría le sustrajo el celular el miércoles 16 de diciembre, mientras hacía sus compras en el barrio capitalino de Meiggs. La carta se convirtió en viral en Facebook, ya que la mujer partió la misiva aplaudiendo sus habilidades.

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“Me gusta el trabajo bien hecho, aplaudo su destreza. Solo dos veces había sido asaltada antes: en la primera, el malhechor tiró con fuerza mi cartera jipi que rompió, hiriéndome como con una quemadura esa zona suave y sensible que queda entre el cuello y el hombro”, comenzó escribiendo la joven.

Belén Sevaenbici Alosañosveinte | Facebook
Belén Sevaenbici Alosañosveinte | Facebook

“La segunda vez me sentí tanto más humillada, porque quienes cometieron el acto vandálico eran dos jóvenes aún imberbes. Caminaron hacía mí y yo ya sabía que algo harían: una vez que estuvieron cerca, uno de ellos me empujo enérgicamente hacia la pared aplastando mi sagrada pechuga izquierda, al mismo tiempo que arrancaba una cadena de plata que me compré en Buenos Aires y que no costaba más de cinco mil pesos”, relata.

Belén afirma que este hecho no la asustará y que continuará yendo a barrio Meiggs. ” No logrará amedentrarme ni alejarme de lugares que frecuento. Mi habitat son los barrios comerciales. No me apesta la gente, ni los olores, ni que se vea poco el cielo, soy un animal de ciudad y me muevo con alegría por ella. Por eso seguiré yendo a Meiggs, a Rosas y a Independencia cada vez que quiera.”

La mujer agregó que por suerte, alcanzó a borrar un par de fotos eróticas antes de que ocurriera el robo. Luego agregó que “nuestros oficios -la escritura y el robo- precisan de hacer las cosas con movimientos secos, pero gráciles”.

Nadia Perez | Agencia UNO
Nadia Perez | Agencia UNO

Pero luego, la joven profesora agrega que existen dos cosas que los diferencian: “la primera, usted tiene un celular y yo no. La segunda, yo recibí una educación no carísima pero sí privilegiada. Mis papás no invirtieron en tecnología, jamás tuve Súper Nintendo ni Coca Cola todos los días. Ellos no viajaron ni una sola vez al extranjero, ni compraron nunca un auto del año, pero pagaron tiempo y plata porque yo leyera, escribiera y conociera mucho y eso es algo, mi amigo, que usted, lamentablemente no vivió”.

“La gente dice que todos podemos elegir, que los pobres pueden optar a una vida distinta. No me jodan, yo hice lo mismo que hicieron mis padres y hermanos: estudiar, ir a una buena universidad y buscarme una pega linda. No fui astronauta, no fui alfarera, no fui doble de películas de acción. Hice lo que vi, y usted también, quién soy yo para condenarlo”.

“Me duele que usted haya visto usurpación, abuso y violencia y lo haya reproducido. No es justo, como no es justo que usted se haya llevado mi celular, pero eso, por la rechucha, es un objeto, lo suyo es su vida, y la de sus hijos, y capaz que la de sus nietos. A usted sí que se lo cagaron. Vénguese. No vale. Haga justicia. Yo lo ayudo”, fue su brillante conclusión. ¿Estás de acuerdo con su carta?

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Posted by Página 7 on sábado, 19 de diciembre de 2015