Sebastian Badilla, actor y director nacional de películas como Maldito Amor, estuvo en el ojo del huracán por protagonizar una fuerte polémica a raíz de unas desubicadas declaraciones.
Estas las dio en el programa Republicano de Radio Tiempo del pasado martes. En la ocasión trató de “olor a cerdo” a Willy Sabor, de “prostituta cara” a Chabe de Mekano y aseguró que la periodista de Primer Plano, Conty Ganem, “tiene unos tutos con celulitis gigantes”.
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Ninguno de los 3 afectados se quedó callado, quienes se refirieron al tema en La Red, criticando al joven de 23 años.
En la defensa de éstos algo llamó la atención: la apariencia actual de Chabe. Quienes la vieron llenaron las redes sociales comentando su aspecto, donde lucía una cara bastante hinchada.
En entrevista con el medio popular La Cuarta, la ex bailarina de Mekano que cautivó a cientos de adolescentes y jóvenes, aclaró que su rostro se veía así porque “Estoy con la muela del juicio casi reventándome y tomando antibióticos… ¿acaso a ninguno de los pelotudos que escriben en las redes sociales les ha pasado?”.
Pero las críticas a María Isabel no le interesan, ni tampoco lucir bien delante de las cámaras. “A mí me da lo mismo las hueás que digan de cómo me veo, porque yo sé cómo estoy, cómo soy. Me importa nada que me digan ‘cara de papa’, pero me da lata tener que salir a aclararlo, porque una tropa de tontitos se preocupen más de eso y desvíen el tema de lo realmente importante, que es que defendí mi honra y la de mi hija”.
De hecho aseguró que no tiene Twitter y que no tenía idea de lo que se decía sobre ella en la red social. “Tuve Twitter y ni me acuerdo de la clave. Pero que gocen diciendo que tengo cara de papa, total me gasto las mansas calugas, jajajá”.
Según Chabe, salió a dar la entrevista tal como estaba, con un polerón ancho y con la cara hinchada, aclarando que la tendrá así hasta que me saquen la muela, lo que será en una semana más. “Lo bueno es que a mí la cara de papa se me quita, pero al otro imbécil el cerebro jamás le va a funcionar”, sentenció.
