Este jueves Peso Pesado mostró a dos jóvenes, que fueron flacos en su juventud, que lucharon para ganársela a los kilos y a su propia fuerza de voluntad.
Sebastián Villalba (179 kilos), de 25 kilos, empezó a engordar cuando niño tras la separación de sus padres, y nunca se recuperó. Pese a que a los 16 años bajó 60 kilos a pura fuerza de voluntad, pronto recuperó lo perdido porque no superó la causa de su problema. Ahora trabaja con su suegro y espera poder terminar sus estudios.
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Evans Matus (174 kilos), de 28 kilos, es fanático de los autos, del reggaetón y de la comida. Trabaja en un taxi, pero cuando joven trabajaba como cantante, y ahí la vida nocturna y los excesos lo hicieron engordar sin medida. Ahora su mayor aspiración es lograr vivir lo suficiente para poder jugar con sus dos hijos, a los que apenas ve.
Durante la competencia, se vio a un Sebastián soberbio, que no acepta críticas a su poco compromiso, pero también reveló la gran pena de su vida, al haber sido abandonado por su madre y no tener apoyo de su familia. En tanto Evans, pese a su gran inmadurez, logró ser más responsable por tener una red de apoyo más grande, y ni siquiera decayó cuando tras el segundo pesaje lo dejó su novia.
Y aunque Sebastián bajó 20 kilos de peso a pura dieta, el mayor porcentaje de grasa perdida fue de Evans, así que él se hizo merecedor de la operación, mientras Sebastián abandonó la competencia por el repechaje.
Al final del programa, completamente cambiado, Evans y su banda cantaron un rap compuesto especialmente para Peso Pesado.
Frente a una fuerte competencia, entre las 23:39 y las 01:09 de la noche el programa promedió 15 puntos de rating, superando así a Canal 13 (11,2), TVN (10,1) y CHV (11,9) en ese mismo horario, según datos preliminares.
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