Pesaba apenas 40 kilos y medía un metro con 48 centímetros pero a sus 14 años se transformó en la protagonista del más glorioso e imborrable momento de la historia de la gimnasia artística.

El escenario era inmejorable, los Juegos Olímpicos, la cita más importante del deporte mundial. La ciudad de Montreal, en Canadá, se preparaba y la rumana Nadia Comăneci estaba a punto de hacer historia.

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El 18 de julio de 1976 se transformaría en la fecha en que por primera vez una gimnasta alcanzara la perfección. Nadia recibió un 10 perfecto por parte de los jueces en su rutina de barras asimétricas, en un ejercicio de no más de 20 segundos, que se sigue recordando 40 años después. En los mismos juegos olímpicos sumó otras seis calificaciones perfectas de los jueces y su historia de triunfos deportivos suma y sigue.

Archivo | AFP
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“Es una locura que hayan pasado 40 años… No siento que haya pasado tanto tiempo… No recuerdo aquella jornada en concreto porque entonces todos los días eran iguales. Te levantabas, ibas a entrenar, conocías a mucha gente a la que habías visto por televisión… Yo tenía 14 años, y lo único que sabía hacer entonces: ir al gimnasio y ejecutar mis rutinas”, dijo en una reciente revista al diario deportivo Marca.

Hoy la gimnasta mide un metro con 62 centímetros, la acompaña una estampa propia de una deportista de élite y un cuerpo más que envidiable para sus 54 años.

Estados Unidos se transformó en su casa luego de desertar a los 28 años, en 1989, con 28 años, ante el acoso del régimen de Ceausescu.

La ganadora de 9 medallas olímpicas (5 de oro), actualmente está instalada en Oklahoma junto a su esposo Bart Conner y su hijo Dylan y además de codearse con las más grandes celebridades del cine, la televisión, la música y el deporte, participa en decenas de actividades de beneficencia, tiene una empresa junto a su marido, además de una academia de gimnasia y también participa de la Fundación Laureus entregando mensajes positivos a los niños más necesitados.

“Yo tuve la oportunidad de hacer deporte a pesar de que no había muchas especialidades para mujeres entonces. Sólo por eso, porque hubo gente que me ayudó, tengo la obligación de comprometerme”, señaló la rumana, según consignó BioBioChile.