A un centímetro de la gloria. A un centímetro de humillar a los brasucas en su casa y alcanzar los cuartos de final del campeonato del mundo. ¿Por qué no lo conseguimos? Por un nefasto tiro en el travesaño que nos privó el grito de gol en el Estadio Mineirao.

Poco menos de un año ha pasado desde el duelo Chile-Brasil por octavos de final del Mundial 2014 y aún no podemos olvidar el disparo en el horizontal de Mauricio Pinilla. Tan marcado quedó ese momento en nuestra historia deportiva, que hasta su propio protagonista se tatuó la escena en su espalda.

Precisamente ese magro instante fue aprovechado por la empresa de telefonía Movistar, que en un acto comercial y de justicia permitió la revancha. Para ello, claro, contó con la actuación estelar de “Pinigol”.

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En el corto con tintes cinematográficos estrenado ayer miércoles, se ve a Pinilla convertido en un comando que tiene una misión muy particular: llegar al Mineirao y destruir el arco que tiró la ilusión de un país por la borda.

En el gramado del reducto deportivo, “Pini” se dio un lujo y volvió patear el balón contra la portería, con la mala fortuna que volvió a estrellarse en el larguero. Con la sangre hirviendo, el delantero de Atalanta ordenó que arrancaran y se llevaran la estructura.

Tras el escape, se desplegó un operativo policial para recuperar el histórico arco, sin embargo, Pinilla y compañía burlaron la seguridad brasileña. La escena final es de antología y para no hacer “spoiler” la dejamos en incertidumbre para que disfrutes viendo lo que muchos hubieran querido hacer en su momento.