¿Quién fue Ignacio Neira? Ex compañeros de Universidad, familia y ex parejas conservan un recuerdo muy distinto a la imagen que se puede haber creado en la opinión pública sobre el cuñado del seleccionado nacional, Arturo Vidal, por la forma en que murió.

Un “ajuste de cuentas” fue la principal teoría que consideró la Brigada de Homicidios de la PDI luego que tomaran el caso: la muerte de un hombre a quien, desde un automóvil que se dio a la fuga, le dispararon en la cabeza mientras manejaba su vehículo en Avenida Departamental en San Joaquín.

Ignacio soñaba con ser actor y para eso estudió comunicación escénica en la Universidad de Artes, Ciencias y Comunicación (Uniaac), según consignó el reportaje realizado por The Clinic.

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Sus compañeros de Universidad lo recuerdan como una persona tranquila y de muy bajo perfil, que a diferencia de la mayoría de los jóvenes de su edad, no bebía ni fumaba.

Uno de estos compañeros, Paul Hip, le comentó a The Clinic que se sorprendió cuando se dio a conocer que Ignacio tenía denuncias por maltrato hacia su pareja y hermana del “Rey Arturo”, Ámbar Vidal, ya que en la universidad nunca lo había visto alterarse o discutir.

Pese a su deseo de ser actor, Ignacio se había alejado de ese objetivo y mantenía antecedentes por distintos asaltos.

El 2012, la pareja junto a otras tres personas, fueron detenidos por un robo frustrado al cajero automático de una farmacia. El mismo año Neira logró su objetivo y asaltó un local de Telepizza de Gran Avenida, por el que finalmente fue condenado.

En 2014 fue absuelto del delito de tráfico de drogas, luego de ser acusado de liberarse de un kilo de cocaína, el que habría arrojado desde el vehículo de Ámbar mientras era perseguido por carabineros.

Claudia, su primera pareja, conoció a Ignacio en segundo medio. Según relató, éste la conquistó gracias a que “era muy caballero, respetuoso y cariñoso“. A los años de relación, un 14 de febrero de 2011 habían quedado de juntarse por el “día de los enamorados”, sin embargo Ignacio no llegó. Algo extraño ocurría.

Dos meses después, le exigió que le contara qué le pasaba: había dejado embarazada otra mujer, Ámbar Vidal.

El día de su muerte

El 22 de abril de este año Ignacio había quedado de juntarse con Ámbar, con quien a esta altura tenía dos hijos. El objetivo era conversar y solucionar los problemas que tenían como pareja para volver a estar juntos, como una familia unida.

Esa misma mañana, Claudia alistaba los últimos detalles para su matrimonio, que se realizaría a las 14:00 horas.

Un imprevisto en la universidad de Ámbar hace que llame a Ignacio y le diga que debían juntarse más tarde. Finalmente acuerdan reunirse en una estación de Copec frente al metro Pedrero.

El último mensaje que envió Ignacio a Ámbar le decía que iba en camino, que ya había salido de su casa. Una vez estacionada en el punto de encuentro, a las 14:00 horas, le escribe para preguntar dónde viene, pero no recibe respuesta.

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Ya que no acostumbraba llegar tarde, nerviosa, decide salir a su encuentro y conduce en dirección a la casa de Ignacio, pero se encuentra con un taco. Como si supiera de qué se podría tratar, decide bajar del automóvil y avanza rápidamente a pie.

Es ahí cuando se encuentra con la imagen de lo que parece un accidente, protagonizado por el Mazda de su pareja. Corre y pregunta a un carabinero qué había ocurrido, quien le responde que el chofer iba en dirección a un hospital con un balazo en la cabeza.

Al día siguiente, Claudia, recién casada, recibe un mensaje preguntando si sabía la noticia, había muerto Ignacio.