En un violento hecho que parece hacerse costumbre en tierras bolivianas una tremenda turba golpeó y luego colgó al sospechoso de un asesinato en la plaza pública.

Johnny Pizarro Miranda, de 38 años, consignado como el principal sospechoso de asesinar a un joven de 17 años que trabajaba como mototaxista en la localidad de San Julián, en el departamento de Santa Cruz, fue capturado por más de 500 personas, señaló el medio boliviano El Deber.

La turba no pudo ser contenida por los apenas 14 efectivos policiales que custodiaban a Pizarro. En la comisaría estaban además Alex Alejo Bolívar, Isaías Estrada Sejas y Wilson Trujillo Enríquez, los otros tres detenidos por su presunta vinculación con el homicidio del menor de edad.

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Los vecinos se posaron en las afueras del cuartel policial por algunas horas, pero tras los nulos avances en la investigación y el juicio, perdieron la paciencia y decidieron tomar justicia por sus propias manos.

Uno de los detenidos, Alex Bolívar, terminó siendo rescatado por su familia, que evitó la tragedia, pero permanece hospitalizado en estado grave. Los otros dos inculpados pudieron ser resguardados por la Policía que los sacó del lugar y los trasladó a un espacio seguro, pero la suerte fue distinta para Pizarro.

A este sospechoso lo golpearon brutalmente e intentaron prenderle fuego. Pudo refugiarse en la oficina de la policía, pero sus ruegos y súplicas no hicieron que los ataques se detuvieran. La turba lo sacó del lugar y a golpes lo llevaron hasta la plaza principal del pueblo donde lo colgaron, quitándole la vida.

“Han cometido el delito de asesinato y el Ministerio Público será tajante en esta investigación, vamos a dar con los responsables, con los incitadores y las personas que han procedido con este acto de barbarie, con este acto delincuencial y no podemos permitir ni tolerar que en un Estado de derecho se esté tomando este tipo de medidas, no estamos en un Estado de barbarie”, declaró el fiscal departamental Fredy Larrea, luego de la brutal escena que escandaliza a Bolivia.

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