La policía brasileña controló este domingo una rebelión de presos en una cárcel de Natal (noreste), que sumó al menos diez muertos a los más de cien que ya dejó una guerra entre facciones criminales desatada en centros penitenciarios en días recientes.

Las fuerzas de seguridad ingresaron en la mañana al presidio de Alcaçuz, el mayor del estado de Rio Grande do Norte, unas catorce horas después de iniciado el motín, informó el secretario de Seguridad Pública del distrito, Caio Bezerra.

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Un comunicado de la cartera que conduce detalló que “el número de muertos y heridos está siendo levantado y hay por lo menos 10 muertes confirmadas hasta el momento“.

“No hay registro de fugas”, añadió.

La rebelión comenzada en la tarde del sábado estalló luego de que presos supuestamente de diferentes organizaciones criminales lograron salir de sus pabellones para enfrentarse de forma sangrienta.

Las fuerzas de seguridad cercaron el exterior de la cárcel y debieron esperar hasta el amanecer del domingo para irrumpir luego de que los detenidos cortaran la luz y consiguieran armas pesadas.

El coordinador de la administración penitenciaria estatal, Zemilton Silva, dijo que habían sido constatados cuerpos decapitados, un símbolo recurrente del nivel de violencia que se vive en las cárceles superpobladas del país.

El centro penitenciario Alcaçuz se erige a unos 25 kilómetros de Natal en un área rodeada de dunas por donde se han producido frecuentes fugas en el pasado. Según datos de la secretaría de Estado de Justicia, tiene capacidad para 620 presos, pero su población es de 1.083.

El motín en Rio Grande do Norte es el último episodio de la guerra deflagrada en las cárceles brasileñas, que las autoridades atribuyen a una disputa por el control del narcotráfico entre los dos principales grupos criminales del país: el Primer Comando de la Capital (PCC) de Sao Paulo y el Comando Vermelho de Rio de Janeiro y sus aliados.

Los diarios brasileños aseguran que la pelea en Alcaçuz fue entre el PCC y el Sindicato del Crimen, aliado del Comando Vermelho, pero las autoridades del estado dijeron en un comunicado que aún investigan “la participación de facciones” en la rebelión.

AFP PHOTO| HO
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