Había sido una bella Navidad para la pequeña Edith Paitan Quincho, un niña peruana de 8 años, quien como muchas otras chicas de su edad había recibido una bella muñeca de regalo de Santa.

El 31 de diciembre se preparaba para despedir el año en el colegio, se había puestos sus zapatitos blancos y su chaquetita rosada, su favorita, y caminaba con su madre a la Institución Educativa San Francisco de Asis en la ciudad de Chilca, Huancayo, pero olvidó un libro que tenía que devolver y se separó de su mamá. Cuando iba de vuelta a la escuela nunca más se supo de ella.

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De acuerdo a RPP, eran cerca de las 11 de la mañana cuando Gudelia, la destrozada madre, vio por última vez con vida a su pequeña que fue encontrada horas después estrangulada, ultrajada y sin signos vitales ’embutida’ en una diminuta maleta en la localidad de El Tambo.

Fueron unos niños que jugaban los que vieron la extraña maleta con ruedas y avisaron a sus padres, los que a la vez llamaron a la policía. Pronto descubrirían lo peor.

Los oficiales revisaron con cautela la maleta azul oscura y al abrir el cierre vieron la chaqueta rosada, en el interior había una persona muerta. Se trataba de la pequeña Edith, un perverso sujeto la había violado y asesinado para luego meterla en una maleta y escapar.

La niña fue estrangulada con una soguilla o pasador, tenía profundas heridas en el cuello, fue golpeada en la cara y tenía un gran hematoma en el ojo izquierdo.

“Es una niña de unos 8 años. La ultrajaron salvajemente, es un monstruo”, comentó un agente a cargo de las investigaciones, según informó Diario Correo.

La noticia golpeó duramente a toda la localidad que acudió en masa a los funerales de la pequeña Edith e incluso organizaron protestas por la falta de seguridad, pero probablemente la más afectada fue Gudelia.

“Era una niña muy alegre, en el lugar que sonaba la música bailaba, ahora no puedo decir nada, estoy muy triste por lo que le pasó a mi pequeña”, dijo la madre poco después de enterarse de la desgarradora noticia, según consignó Trome.

Hasta hoy y pasada prácticamente una semana de la desaparición y muerte de la niña aún no hay pistas concluyentes sobre quién o quiénes cometieron la atrocidad, aunque algunas cámaras de seguridad están empezando a dar indicios y no se descarta que personas cercanas a la niña o a su familia estén involucradas en el macabro crimen.

El caso hace recordar a la niña mexicana bautizada como “Ángela”, cuyo cadáver también fue encontrado dentro de una maleta en circunstancias aún más terribles ya que no se pudo identificar a la menor, nadie consultó por ella y el asesino aún no es encontrado.