Un niño terminó con graves lesiones en su rostro luego de ser mordido por un perro mientras se tomaba una fotografía para compartir en Snapchat.
El niño de 11 años terminó con 21 puntos en su cara, luego que el perro de nombre Digby y de raza husky, lo atacara. Stuart Harris, deueño del animal, fue hallado culpable de tener un perro peligroso y fuera de control y la corte le ordeno “sacrificarlo”.
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El niño era amigo del hijo de Harris, cuando ocurrió el ataque, en la ciudad de Chelmsford, Inglaterra. La víctima se sentó en el sofá y Digby saltó al lado de él y justo cuando estaba tomando la foto, el perro lo atacó.
Durante el juicio, realizado la semana pasada, su madre indicó: “Ahora mi hijo le tiene un gran miedo a los perros, especialmente a los grandes, algo que nunca había pasado antes. Tenemos que cruzar la calle si vemos venir a un perro“, consignó el portal inglés Metro.co.uk.
Además, su madre señaló que si el niño iba a la casa de algún amigo que tuviera perros, debían encerrarlos porque sus amigos ya saben que ahora les teme demasiado.
“El está muy consciente de las cicatrices en su rostro y cuando la gente le pregunta se siente muy incómodo y avergonzado. No quiere que le tomen fotos a menos que no se vean las cicatrices“, agregó la mujer.
Por otra parte, Harris está apelando a la orden de ejecución del animal que le dieron tras el juicio, y tiene 21 días para reunir los antecedentes necesarios y exigir un nuevo juicio.
El dueño del animal tampoco ha tenido una actitud de remordimiento con la familia, pues la madre del niño asegura que solo ofreció disculpas por el ataque.
“Como padres y debido a la gravedad de las lesiones de mi hijo, sentimos que estamos en nuestro deber de reportar este ataque. No seríamos capaz de perdonarons si esto le ocurre nuevamente a otro niño. Las lesiones de mi hijo son horribles y un ataque como este a un niño más pequeño podría ser fatal. Ninguna otra familia debería pasar por esta traumática y devastadora experiencia“, relató la madre.
El magistrado también le ordenó a Harris 200 horas de trabajo comunitario, y pagar a la víctima un poco más de 4 millones de pesos chilenos, y cerca de 150 mil pesos a la corte.
