“Fue divertido mientras duró”, esas fueron las frías y enfermizas palabras de un padre que fue detenido por la policía australiana, acusado de abusos sexuales contra su propia hija de 11 años.

El hombre no sólo agredió a la pequeña durante más de dos años, sino que además la “ofreció” a otros pedófilos que la violaron, abusaron y drogaron, en un oculto círculo de terror y maldad.

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El sujeto ejercía brutal control sobre la menor y cometía distintos tipos de atrocidades. En una ocasión, junto a otro de los pedófilos, por ejemplo, la amarró a una cama y, mientras la violaban, le puso un collar canino con la palabra “perra” escrita en él.

Este horripilante delito quedó además registrado en un video capturado por los propios victimarios y que es parte de las pruebas entregadas por la fiscalía ante la corte de Australia occidental.

Según informó Mirror, en el sórdido registro se puede oír a la pequeña diciendo “Detente papá, por favor”.

En el proceso 8 hombres fueron detenidos por más de 500 distintos delitos de abusos contra menores y otros asociados, mientras que el ‘padre’, quien no puede ser nombrado para proteger la identidad de la niña, será encarcelado por al menos 22 años.

“Sus abusos han causado consecuencias irreparables para su hija”, dijo el juez de la corte del distrito, Philip Eaton, sobre un caso que la propia policía calificó como “el crimen más perturbador que jamás hayan enfrentado”.

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