Caminaba tranquila por las calles de Hartshill, Inglaterra, el pasado 15 de diciembre de 2015, rumbo a la escuela. Eran las 7:40 de la mañana. A paso tranquilo, la joven, de sólo 15 años, avanzaba sin sospechar que tras ella había un hombre enmascarado, cargando un cuchillo y listo para atacar.

Steve Degg, un joven desquiciado y consumido por los vicios, como las drogas y el alcohol, luego del suicidio de un amigo cercano, estaba a punto de lanzar su horrible ofensiva delictual, cuando la hermana de la quinceañera le gritó a través del teléfono para advertirle. Afortunadamente ellas estaban conversando a través de FaceTime, un programa de Ipohne.

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Horrorizada ante la imagen que vio a través del celular la chica gritó lo más fuerte que pudo y miró mientras su querida hermana, petrificada, se daba vuelta y era tomada por el delincuente.

Afortunadamente la joven logró escapar y correr con todas sus fuerzas antes de que Degg usara el cuchillo cocinero que traía y pudo pedir por ayuda. El sujeto fue detenido en breves minutos.

“Ella aceleró el paso. Describió a su hermana lo aterrada que se sentía. Luego sintió una mano en su hombro y vio que él estaba sosteniendo un cuchillo. Se soltó y corrió tan rápido como pudo. Se fue a una casa y golpeó la puerta”, dijo la abogada Sharonjit Bahia, en tribunales, consignó The Sun.

El asaltante además había tratado de robar sin éxito en una tienda sólo minutos antes del ataque a la chica que tuvo que pasar por tratamiento psicológico tras el terrible susto.

Por suerte, la joven, cuyo nombre quedó en reserva por solicitud en tribunal, no tuvo daños físicos y gracias a la ayuda de su hermana a través de FaceTime, se salvó de lo que pudo ser una gran tragedia.

El hombre fue sentenciado a prisión por seis años con otros cuatro años en licencia ampliada después de admitir que amenazó y aterrorizó a la chica mientras se dirigía a la escuela.