El pasado viernes, a eso de las 2 de la madrugada, comenzó una pesadilla para Constanza de Ramón, una joven de la región Metropolitana y que fue víctima del “cuento del tío” y que estuvo incomunicada con su entorno por cerca de 18 horas.

Constanza, recibió un llamado al teléfono de su casa, y lo primero que escuchó fue la voz de su madre llorando. Si bien asegura que podría haber cortado de inmediato, lo primero que generó dudas era que el teléfono de su casa solo lo tenían los más cercanos, es por eso que decidió seguir escuchando.

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Era su voz, su tono, su forma exacta de llorar. A los segundos me habló un hombre, me dijo exactamente dónde vivía, el nombre de mi madre, el mío, me dijo que tenía gente fuera de mi casa, a mi mamá amarrada, y que si no hacía exactamente lo que me decía la iba a violar, le iba a sacar los ojos, le iba a cortar los dedos y después la iba a matar“, comentó la joven en una publicación de Facebook, donde quiso realizar todos sus descargos.

También explicó que el sujeto le pidió su número de celular y que descolgara el teléfono fijo. Además, la obligó a apagar los datos móviles de su equipo y le prohibió hablar con alguna persona sobre lo que estaba pasando, pues supuestamente estaba siendo vigilada en todo momento.

De hecho, la joven pidió volver a escuchar la voz de su madre, y esa fue la prueba que necesitaba para despejar dudas: era su mamá. Luego, los delincuentes la obligaron a sacar todas las cosas de valor de su casa e ir a un cajero automático, después de eso debía ir a dejar todo a una población en Cerrillos.

Sabían todo mi estado bancario. Me pidieron plata bajo amenaza y no sentí otra opción que acceder. Pero no fue suficiente. “Cuánto vale la vida de tu madre”, me gritaban. Me obligaron a buscar todas las cosas de valor que tuviera, meterlas en una mochila y salir a un cajero. Me estaban vigilando. Sabían por dónde caminaba hacia mi casa después del trabajo, sabían que lo hacía con audífonos, sabían todo. Me presionaron para tomar un taxi e ir a dejar la mochila y la plata a Cerrillos“, escribió.

Así continúa el relato de Constanza, quien al estar desconectada de todo su entorno por tanto tiempo, tuvo a su familia y amigos muy preocupados, pues pensaron que había sido víctima de un secuestro.

Me exigieron que apagara las redes móviles, me dijeron que podían verme a través de la cámara de mi celular. En un momento perdí la señal y me atreví a decirle al taxista lo que estaba pasando, no tuve ni 5 segundos para hacerlo. Me llamaron, me dijeron que me habían visto hablar con el taxista, que yo no lo sabía pero ellos podían escuchar todo aunque tuviera el celular apagado. Que un paso en falso más e iban a violar a mi mamá. Me dijeron que tres de ellos tenían sida (eran 5). Que se iban a morir, que este país no les había ayudado jamás en nada y que necesitaban dejar a sus hijos bien parados. Que no lo tomara a lo personal“, es parte del crudo testimonio que compartió la joven a través de su perfil de Facebook.

Finalmente, la pesadilla para Constanza terminó el sábado a eso de las 9 de la noche, por lo que estuvo cerca de 18 horas con los sujetos al teléfono, recibiendo instrucciones. Lo curioso es que con todo el dinero que pudo obtener y el cupo que le dieron las casa comerciales, los antisociales le hicieron comprar zapatillas, leche y pañales. “¿Saben qué me hicieron comprar, con todos los cupos que me dieron las casas comerciales? Zapatillas, principalmente para niños, pañales y leche. Sí, todos los pañales y leches que pudiera conseguir“, comentó la joven, y luego realizó una dura crítica a la injusticia social que reina en nuestro país, asegurando que ni siquiera tiene odio o rencor en su corazón.

Lee todo su relato a continuación:

Al principio no sabía si quería hablar, y ahora siento que hay tanto que quiero decir. Me iba a callar por miedo, pero…

Posted by Constanza De Ramón on martes, 1 de marzo de 2016