Un físicoculturista maltrató a su esposa prostituta hasta matarla. El motivo habría sido los celos, pese a que estaba al tanto de su trabajo como “escort”.

Joaquin Gomez-Hernandez, de 24 años se encuentra enfrentando la justicia luego de ser acusado de asesinar a su esposa transgénero, Vanessa Santillan de 33 años, quien trabajaba como escort.

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Los hechos habrían ocurrido así. La pareja habría estado bebiendo junto a un grupo de amigos, y luego se fueron a su departamento, ubicado al sureste de Londres, a continuar con la fiesta, sin embargo, a eso de las 5 de la mañana, la mujer habría sido contactada por un cliente, por lo que Joaquin se fue enojado del lugar para continuar bebiendo con amigos, consigna el medio británico The Sun.

Horas después, Vanessa fue encontrada muerta tendida en el piso, semidesnuda y junto a un preservativo y uñas postizas rotas. La joven tenía bastantes heridas en su rostro y la autopsia reveló que sufrió un fuerte traumatismo en su cabeza y cuello.

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Gomez-Hernandez, de origen mexicano, señaló a la policía que él había dejado a su esposa durmiendo, mientras iba de compras, sugiriendo que el autor del crimen debió ser un cliente.

De acuerdo al fiscal, Brendan Finucane, Vanessa era una mujer transgénero operada que trabajaba como escort, pese a estar casada con el sujeto en cuestión, y según otros testimonios, la mujer controlaría la relación debido a que Gomez-Hernandez no trabajaba.

Un amigo de la pareja, señaló que el hombre era “sumamente celoso” e intentaba tomar control sobre Vanessa, pero nunca lo conseguía.

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Gracias a las cámaras del edificio, se pudo ver cómo Joaquin salió del edificio cerca de las 3 de la tarde con una bolsa azul. Luego, visitó un supermercado y uno de los miembros del personal, aseguró que el sujeto tenía una gran cantidad de billetes, y presentaba rasguños en su rostro.

A eso de las 4 de la tarde, Gomez-Hernandez visitó un hotel donde tuvo relaciones sexuales con dos prostitutas, indicaron en el juicio, y cuando volvió donde sus amigos, les comentó que su esposa no le abría la puerta, por lo que, en compañía de todos, entró por una ventana del apartamento y en segundos les gritó: “Vanessa está en el piso, algo le pasó”, y cuando ellos entraron la encontraron tendida al lado del sofá y sin vida.

El juicio continúa y Joaquin sigue negando el asesinato.