Si bien no son una solución definitiva, los bonos ayudan a manejar a un presupuesto extra para aquellos beneficiarios que más lo necesitan.

Los montos de las pensiones de vejez son un tema pendiente de discusión hace ya varios años, sobre todo en el caso de la mujer, pues de acuerdo a un estudio de la Fundación Sol, el 93,1% de las féminas pensionadas recibe menos de 147 mil pesos, versus un 87,3% de los hombres, este bajo el sistema de AFP.

Esta realidad, se explicaría por la diferencia eterna de sueldos (ellas siempre ganan menos), lagunas en cotizaciones previsionales, y porque se jubilan cinco años antes que los hombres.

Para “amortiguar” esta desigualdad, el 2009 se promulgó la ley “Bono por hijo”, que consiste en el pago de un monto de dinero que se abona virtualmente a sus cuentas previsionales y que aumentará el monto de sus jubilaciones desde los 65 años.

¿Requisitos?

Para recibir este dinero, debes estar afiliada a una AFP y no pertenecer a ningún otro sistema previsional. Ser beneficiaria de una “pensión básica solidaria de vejez” o una pensión de viudez del IPS o de las AFP, sin estar afiliadas necesariamente a un régimen previsional, pero siempre y cuando tengan derecho a Aporte Previsional Solidario.

Debes tener 65 años de edad cumplidos, acreditar 20 años de residencia en Chile o haber vivido en el país al menos 4 de los últimos 5 años, y haber tenido mínimo un hijo nacido vivo o adoptado.

Sobre el monto:

El dinero se abona virtualmente a la cuenta de la mujer, y corresponde al 10% de 18 sueldos mínimos, es decir, un poco menos de 400 mil pesos.

Cabe señalar que este monto gana intereses a partir del 2009 o de la fecha de nacimiento de los hijos nacidos después, hasta los 65 años de la mujer.

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