La mañana del martes nos enteramos que un avión que transportaba a 150 personas entre Barcelona y la ciudad alemana de Dusseldorf se estrelló en los Alpes franceses. Ninguno de los pasajeros logró sobrevivir, entre los que se cuentan 6 tripulantes.
Posteriormente, fue rescatada una de las cajas negras, la cual contenía grabaciones de las conversaciones. Estas revelaron que el piloto tuvo que salir de la cabina por un momento y cuando intentó regresar a esta, el copiloto no le contestó la puerta, por más que golpeaba.
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“Los gritos de los pasajeros solo se escuchan en el último momento del impacto. En la cabina, nada, silencio total, ni una sola palabra en 10 minutos, pero se escucha respirar”, afirmó el fiscal Brice Robin a Diario El País. De la grabación se deduce que el copiloto quería destruir el avión.
Entre las víctimas se reportó a una chilena: se trataba de Ximena Alegría González (44), una abogada radicada en Venezuela desde hace más de 20 años. “Ella estaba allá por trabajo, era funcionaria del ministerio de Transportes de Venezuela”, explicó el ministro Heraldo Muñoz en declaraciones recogidas por Las Últimas Noticias.
Su hermano menor, Pablo Alegría González, se despidió de ella en Facebook con estas sentidas palabras: “Te amo hermana, no quiero creer que no te podré abrazar y escuchar nuevamente… espero que algún día tengamos un reencuentro lleno de luz y amor fraterno en el cual me digas que estás feliz y orgullosa de mí. QEPD”.
