El pasado viernes, la joven argentina Daiana Ayelén García se despidió de su familia y anunció que iría a una entrevista laboral. Esta esperaba trabajar en una tienda de ropa de Palermo, por lo que escogió su mejor look y partió. Ese mismo día había quedado de encontrarse con una amiga… pero jamás llegó a verla.
Preocupados por su repentina desaparición, su familia puso una denuncia a primera hora del sábado. Hasta que el lunes los llamaron pero no para recoger a su hija, sino que para reconocerla en la morgue.
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Gracias a un tatuaje, constataron que el cadáver que encontraron asfixiado en una bolsa alguna vez fue su niña. El fiscal a cargo del caso ordenó los peritajes sobre la bolsa “en la que estaba el cuerpo”, como detalla el medio trasandino Clarín, y fue así como lograron dar con el nombre de Juan Manuel Fígalo.
Este hombre de 38 años es el principal sospechoso de su muerte. El gran problema es que no podrán interrogarlo, porque se suicidó el sábado. Poco antes de quitarse la vida lanzándose a las líneas del tren, llamó a su padre y estas fueron sus últimas palabras: “Perdóname por la cagada que me mandé”.
La policía continúa investigando el caso, pero se cree que la entrevista laboral a la que llamaron a Daiana era falsa. “La principal sospecha apunta a que se trató de un engaño del homicida para que se concrete la cita”, agrega este medio.
