Una doble tragedia conmocionó a los vecinos de un edificio de Pittsburgh, Pennsylvania, luego de que descubrieran el cadáver de un bebé de 9 meses junto al de su joven madre. Ambos habían muerto al interior del inmueble en fechas distintas.
Como revela el medio británico Mirror, la primera en morir fue Sara Kessler debido a una sobredosis. Y aunque el pequeño Casey seguía vivo, ninguno de los vecinos se dio cuenta de que este lloraba desesperadamente porque estaba solo y sin alimento.
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Uno de sus vecinos, William Gonzalez, escuchó al niño llorando, pero no hizo nada: “Si hubiese estado más cerca del ruido, habría hecho algo. Pero no lo sabía. Me siento tan culpable”, declaró a este medio. “La idea del pequeño niño corriendo solo después de su muerte, buscando comida. Eso me molesta. Es tal sentimiento de impotencia”, agregó.
La abuela del pequeño había muerto en noviembre en el mismo departamento. Otra vecina, Elizabeth Freismuth detalló que “ella lucía tan triste cuando su madre se fue. Le dije que si necesitaba cualquier cosa me preguntara, pero nunca lo hizo”.
Y concluyó: “Ella amaba ese pequeño bebé. Era un niño tan bonito. Ella me dijo ‘no puedo creer que ya a va a cumplir un año. Está creciendo tanto’”.
