A menudo a algunos padres se les indica que deben ser duros con la crianza e sus hijos, para así enseñarles que la vida es difícil y no siempre estarán ahí para guiarlos o cuidar sus decisiones.

No obstante, para Dayna Mager, una fotógrafa residente en Michigan, Estados Unidos, tiene una perspectiva diferente sobre esta situación, y que decidió compartir en un relato en Facebook que ahora es viral.

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En la publicación, se ve a Dayna acostada en la cuna junto a su pequeña hija, Luella, con la esperanza de tranquilizar durante un ataque de llanto.

Para explicarlo por qué lo hizo, ella compartió una historia que escuchó de un misionero mientras estaba junto a su marido en un concierto religioso que celebraron cuando su bebé nació.

El misionero le contó una historia de cuando estaba en un orfanato en Uganda, donde había más de 100 bebés. Lo que le sorprendió en ese momento fue que todo estaba en completo silencio, por lo que le preguntó a una enfermera qué es lo que hacían para que los bebés estuvieran tan tranquilos, y su respuesta tocó su corazón.

Después de una semana de estar aquí y de llorar por incontables horas, terminan callándose cuando se dan cuenta que nadie viene por ellos“, le dijo.

De paso, la respuesta también impactó a Dayna, quien en ese momento hizo la promesa de que nunca dejaría que su bebé llorara sin consuelo, por lo que siempre iría a verla para que supiera que jamás estará sola.

Uno de las partes más emotivas de su relato, señala:

A las 2 de la mañana cuando se escuchen los gritos desesperados a través del monitor, la iré a ver. Ante su primer dolor, su primera angustia, iré a verla. Estaremos allí para abrazarla, para que sienta, para que tome decisiones por su cuenta. Le mostraremos a través de nuestras lágrimas y frustraciones, que a veces está bien llorar y sentir. Que siempre estaremos en un sitio seguro y que siempre estaremos para ella“.