Muchos recordarán la película Como si fuera la primera vez (50 First Dates, en inglés), donde la siempre bella Drew Barrymore sufre un accidente en el que pierde su memoria a corto plazo, lo que hace que todos los días olvide qué hizo el anterior.

Ahí es donde aparece el personaje de Adam Sandler, que se enamora de ella sin saber lo que le pasaba. Cuando se da cuenta busca distintas maneras para coquetearle y luego para enamorarla todos los días.

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Aunque claramente es un caso de ficción, una situación similar vivió Marie Coe, una madre y abuela de Pool, en el condado de Dorset, al sur de Inglaterra, que perdió todos sus recuerdos a causa de una razón que muchos siguen mirando en menos: el estrés.

Resulta que Marie trabajaba 12 horas diarias, seis días a la semana en su propia empresa de producción de eventos, lo que derivó en un serio cuadro de estrés post traumático que desencadenó una fulminante amnesia.

“Estaba tratando de ser una súper mujer y pasaba cada segundo de mi día haciendo algo del trabajo o para ayudar a alguien. Estaba permanentemente agotada y me empecé a deprimir, pero en vez de desacelerar me fui de cabeza a más y más trabajo“, confiesa la ahora ex empresaria.

Fue una mañana de enero del 2013 cuando su vida cambió para siempre. Fue a atender a un cliente al otro lado del país, como solía hacerlo, pero la preocupación llegó cuando nadie supo nada de ella hasta el otro día. Su marido había pasado 24 horas sin llamados ni mensajes de su parte.

Marie nunca llegó al evento que tenía que organizar. La encontraron deambulando cerca de un servicentro y pronto la llevaron al hospital.

Luego de varios exámenes y escáners, que descartaron alguna lesión física como un derrame cerebral o un golpe en la cabeza, los médicos la diagnosticaron con amnesia inducida por estrés.

“Los paramédicos me hicieron las preguntas básicas pero no podía recordar nada. Estaba aterrada y no tenía idea de lo que estaba pasando, ni siquiera de quién era yo”, revive la mujer en un relato aterrador.

Tal como ocurre en las películas, todos los recuerdos de la mujer de 55 años se borraron. Es más, cuando su marido Mark llegó a recogerla a la clínica era un perfecto extraño para su esposa. Ella no recordaba su propio nombre, ni su infancia, ni a sus hijas ni menos a sus 7 nietos… su cabeza estaba absolutamente en blanco.

Marie Coe | Facebook
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“Fue aterrador sentarme en el auto con un extraño que alegaba ser mi marido. Cuando llegamos a casa me tuvieron que mostrar dónde estaba cada habitación y hasta en qué lado de la cama dormía normalmente. Todo se veía tan extraño, tan poco familiar, me sentía como que estaba viviendo la vida de otra persona”, recuerda Marie, que dice que tampoco recordaba quién era el primer ministro o si existía un rey o una reina.

Pero esa misma tarde, cuando llegaron a casa, Mark inició su plan de reconquista, tratando de hacer recuperar la memoria a su amada Marie. Le contó su historia de amor en una romántica cena y así lo hizo durante semanas, a pesar de que su corazón estaba destrozado porque su amada mujer ni siquiera lo reconocía.

“Aunque era aterrador, era excitante al mismo tiempo. Como una primera cita. Miraba la cara amable de Mark y sus ojos sonrientes y supe que podía ver por qué la antigua yo se había enamorado de él“, asegura la hoy recuperada mujer.

Poco a poco Mark le fue mostrando detalles de su pasado: su matrimonio, fotos de sus hijos y nietos, la guió de vuelta a su pasión por la cocina y así fue gradualmente recuperando sus recuerdos.

“Cada pedazo de información nuevo era una revelación y una pista para rearmar mi vida. Teníamos cenas románticas juntos, hablamos y nos reíamos hasta largas horas de la madrugada. Me sentía entusiasmada como una adolescente, como si estuviera saliendo con él una primera vez“, cuenta feliz Marie, que comenzó a recuperar la memoria gracias la cocina y a su marido, pero también por las terapias de hipnosis y regresión a las que se debió someter.

“El terapeuta dijo que la crisis fue un mecanismo de defensa de mi cerebro porque estaba sobrecargado con preocupaciones laborales. No me estaba dando a mí misma tiempo para descansar, así que eventualmente mi cerebro me forzó a hacerlo. Él me advirtió que no me volviera a estresar y dijo que si tenía otra crisis mi memoria podría apagarse para siempre”, relata la mujer, que a pesar de estar afectada también por la pérdida de memoria a corto plazo, olvidando cosas tan simples como la lista del supermercado o qué entró a hacer a un pieza, saca algunas cosas en limpio.

Cuando Mark dijo que me cuidaría en la salud y en la enfermedad realmente lo quería decir. Fue tan amable y paciente, a pesar de que su corazón estaba en pedazos porque yo no podía recordar nuestra vida juntos. Cuando miro hacia atrás, a ese día en el hospital, pienso que siempre soñé con que ese hombre que decía que era mi marido lo fuera realmente, porque lo vi tan apuesto y con ese brillo en sus ojos. Sé que verdaderamente es el hombre para mí, porque me enamoré de él dos veces, eso simplemente significa que es el indicado”, asegura Marie.

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